Amado Carrillo Fuentes, el mítico jefe del Cartel de Juárez, pasó varios meses de 1997 muy cerca de Mar del Plata, alojado junto a su familia en la estancia Rincón Grande, establecimiento de mil hectáreas adquirido a Roberto Bordeu con dinero presuntamente proveniente del narcotráfico.
El llamado “Señor de los cielos” ingresó en el país con un pasaporte falso y se lo conoció en esta zona como Francisco Mora Guerrero. En tanto su mujer, Sonia Barragán, se presentaba como “Laura”. La pareja estaba acompañada por sus hijos.

“El señor de los cielos” estuvo en todos los medios tras su fallecimiento
Asimismo, el dato se conoció horas después de que llegó a Mar del Plata una delegación de Interpol de México, encabezada por su titular, José Miguel Ponce, con el propósito de tomar contacto con las autoridades judiciales locales que investigan las andanzas de las empresas del país azteca que efectuaron inversiones en el balneario y la zona por valor de 10 millones de dólares.
Ahora bien, el policía y su equipo visitaron los inmuebles adquiridos por dichas empresas. En efecto, Ponce y sus ayudantes inspeccionaron el campo, el Hotel Tourbillón y la mansión situada en Almafuerte al 1500, del barrio Los Troncos.

Aún no se sabe bien si “El señor de los cielos” realmente murió
Una familia muy normal
La llegada de Carrillo Fuentes y los suyos a Rincón Grande se produjo a mediados de 1997 y con intervalos, la estadía se prolongó hasta fines de ese año, ocasión en que, tras recibir una misteriosa llamada de México, el grupo regresó a ese país. No obstante, la mujer del “señor de los cielos” volvió al campo en abril de 1998.
Según testigos que declararon en la causa, esto puso en estado de guerra a los testaferros locales de la compañía mexicana que compró el inmueble precisamente con sus mandantes, con el propósito de adueñarse del establecimiento. Quién se hacía llamar Mora Guerrero parecía el propietaria del lugar, en el que durante su residencia se hicieron refacciones por 50 mil dólares, suma que él mismo pagó en efectivo a los profesionales contratados.

Hay todo un misterio tras la muerte del capo narco
Durante la tarea, el mexicano y su familia confiaron al personal de la estancia y a los encargados de las reformas que pensaban quedarse en el lugar, por lo que ya habían anotado a sus hijos en colegios marplatenses, tal como declaró el arquitecto Juan Pablo Andell, responsable del reciclaje del casco y de la forestación del parque que rodea la vivienda principal.
A su turno, el veterinario Raúl Oscar Marinone, convocado para hacerse cargo del manejo integral de la explotación, aseguró que “la totalidad de las herramientas existentes en el campo fue comprada por Mora Guerrero, en mayo o junio de 1997, en una concesionaria de maquinaria agrícola de Mar del Plata”.

Algunas de las propiedades que adquirió en Mar del Plata “El señor de los cielos”
Andell y Marinone afirmaron, además, que Nicolás Di Tullio participaba de todas las reuniones, junto con el dueño, en calidad de asesor o apoderado, y en ocasiones abonaba los sueldos con “plata que supuestamente le enviaban de México”.
Di Tullio es el empresario inmobiliario que habría cerrado los contactos con la cúpula del Cartel de Juárez en los Estados Unidos y se sospecha que hizo los arreglos para que el dinero invertido en Mar del Plata llegara a nuestro país por la financiera porteña Mercado Abierto.

Son varias las inversiones que llevó adelante “El señor de los cielos”
También poseía acciones en Tamilur SA, la empresa que controla a la titular de Rincón Grande. Según los testigos, Di Tullio y Mora Guerrero visitaron campos de la zona con el propósito de adquirirlos y se hicieron presentes en la muestra agropecuaria que organizó la Sociedad Rural aquel año.
Se dice que Carrillo Fuentes murió en su país después de operarse el rostro para cambiar sus facciones, por eso fue su esposa la que regresó, en abril de 1998, a Rincón Grande. Por esos días, uno de los testaferros del grupo, Angel Salvia, daba los primeros pasos para apoderarse, según se denunció, de dicho establecimiento.