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Economía

¿Dramático ajuste en el falso aumento previsional?

Por el economista Alejo Iramain

Recientemente el Gobierno nacional anunció el aumento del índice de movilidad cercana al 20,92 por ciento, de esta manera el haber mínimo pasa a 70.983 pesos (adicionalmente aquellos ingresos inferiores a 2 haberes mínimos cobrarán excepcionalmente un bono de 15 mil).

El aumento anunciado no escapa a la realidad inflacionaria, que es la razón de ser de la movilidad pero no la solución efectiva a la misma, algo que en derecho se llama “condición necesaria pero no suficiente”. La Argentina en este punto pareciera tener 2 mundos, 1 nominal y 1 real.

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En el nominal aumentan los ingresos pero en el real se compra cada vez menos, la situación no se ve solo reflejada en la comparación entre las tasas de inflación acumulada entre los 3 meses anteriores y el actual aumento, razón simple, la tasa de inflación es un promedio mientras que el aumento es una tasa uniforme. Es decir algunos comercios pueden registrar aumentos superiores al 15 por ciento en determinados productos en un mismo mes, mientras que si descomponemos mensualmente el aumento anunciado, cada mes tendría un virtual aumento del 7.

Si el kilo de pescado me aumento un 15 por ciento en un mes, la tasa de inflación que vemos en los medios no es ciertamente la puntual, en finanzas personales no tomamos la tasa del INdEC, generamos nuestra propia tasa de inflación percibida en función de los gastos mensuales propios contra el ingreso.

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A este punto llegamos a otra conclusión, el aumento uniforme anunciado, es variable en términos de la conducta de gasto. No es lo mismo quien solo bebe agua de una marca promedio, cuyo incremento de precio tiene una velocidad que aquel que consume gaseosa de primera marca.

A todo esto, se suma un parche adicional que comienza a ser deficitario también, los ingresos mínimos reciben un bono, el cual actúa en detrimento de quienes efectivamente aportaron toda su vida camuflado en una contención social, el argumento es simple, los haberes más bajos serán los más perjudicados en la espiral inflacionaria.

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¿De donde sale ese bono? Y otra cuestión aún mas profunda, en términos reales, ¿sale del sistema que pregona ser solidario?, ¿o saldrá de la recaudación virtualmente? Y si así lo fuera… ¿Qué hacemos cuando el incremento de la recaudación es porcentualmente inferior a la tasa de inflación?

Una cosa es segura, Argentina necesita una reconfiguración del sistema previsional con vistas a fortalecer su capitalización en términos reales y evitar caer en especulaciones de dirigismo microeconómico.

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