Pío Roviralta, nacido en Buenos Aires, Argentina, en 1954, es hijo de Emilio Roviralta, un destacado médico cirujano infantil de origen catalán y fundador de la Clínica Platón en Barcelona. Pío mostró desde temprana edad un talento musical y una pasión por la música, aprendiendo a tocar la flauta en el colegio suizo Jaques Dalcroze y componiendo sus primeros versos a los 5 años.
Continuó sus estudios en el Colegio San Agustín, donde se rodeó de compañeros mayores que él y recibió aliento por su amor por la música, especialmente las canciones de Manzanero. Durante ese tiempo, el programa de televisión “Si lo sabe, cante” conducido por Roberto Galán era muy popular, y sus compañeros lo animaron a participar. Pío participó en el programa cantando boleros de Manzanero y fue un gran éxito, ganando el concurso.
Más tarde, Pío ingresó a la Universidad Católica para estudiar Derecho y se convirtió en abogado, pero no se sentía completamente satisfecho. Paralelamente, comenzó a tomar clases de guitarra y a componer canciones. Su interés en el psicoanálisis, particularmente en el tema del inconsciente como motor de la conducta, lo llevó a inscribirse en la carrera de Psicología en la Universidad de Belgrano, mientras trabajaba como inspector en la DGI y posteriormente en un juzgado, donde lo alentaban a seguir una carrera judicial.
Sin embargo, Pío sentía que debía seguir su pasión por la música. Con el estímulo de su profesor de música, Horacio Maspoli, grabó las canciones que había compuesto. En una reunión donde se reprodujo su música, Alberto Closas, presente en el evento, quedó impresionado por su voz y canciones, y se ofreció a presentarlo a un representante de artistas. Esto lo llevó a cantar en el programa “Sábados de la Bondad” conducido por Leonardo Simons durante cuatro sábados, pero debido a desacuerdos, decidió abandonar el programa.
Pío también emprendió una tercera carrera en Filosofía mientras componía canciones, realizaba prácticas hospitalarias, trabajaba como psicoterapeuta y daba clases en la facultad. También es un amante incondicional de los perros y tiene cinco, todos rescatados de situaciones de abandono, que son una parte importante de su vida y aparecen en las fotos de su álbum “Senderos del Alma”.
Durante la pandemia, Pío se refugió cerca de Azul con su esposa y decidieron grabar sus temas para compartirlos en las redes sociales. Utilizando su celular, recibía las pistas de música grabadas por Pablo Martínez Zuviria (director musical y arreglador) y Rafael Escudero (sonidista) y agregaba su voz. Así, lograron completar doce canciones que ya se encuentran disponibles en Youtube y Spotify.