Cristian Ritondo reaparece en el centro de la escena política nacional con una jugada de peso: será uno de los invitados principales en la asunción de Diego Santilli como nuevo ministro del Interior de la Nación.

El acto, que se realizará este martes a las 15 en el Salón Blanco de la Casa Rosada, marcará oficialmente la incorporación del dirigente de Propuesta Republicana (PRO) al Gabinete de Javier Milei, en un paso más hacia el fortalecimiento del vínculo entre sectores del macrismo y La Libertad Avanza (LLA).

Ritondo, actual jefe del bloque del PRO en la Cámara de Diputados, no asiste al acto como un simple invitado. Su presencia tiene una clara lectura política: el diputado busca consolidar un puente entre el oficialismo libertario y los sectores dialoguistas del PRO, en un momento en que las alianzas legislativas son clave para garantizar la gobernabilidad.

El respaldo a Santilli no solo representa un gesto de acompañamiento personal (ambos mantienen una relación política y de gestión desde los tiempos en el Gobierno porteño), sino también un movimiento estratégico para mantener incidencia en las decisiones nacionales.

La llegada de Santilli al Ministerio del Interior redefine el mapa del poder dentro del Gobierno. Con él se abre una nueva vía de diálogo con las provincias, pero también se fortalece la impronta del PRO dentro de la estructura libertaria.

Ritondo, que ya había mostrado sintonía con algunos referentes de Milei, emerge como una figura central para la articulación legislativa en el Congreso, donde el oficialismo depende del apoyo de bloques aliados para avanzar con reformas estructurales y la aprobación del Presupuesto 2026.

En este contexto, el acercamiento entre Ritondo y el equipo de Milei no es casual. Ambos coinciden en la necesidad de un reordenamiento político que deje atrás la lógica kirchnerista y abra paso a una nueva etapa de gobernabilidad basada en acuerdos.

La asunción de Santilli es, en definitiva, una muestra de ese nuevo tiempo: un escenario donde el PRO, lejos de la ruptura, parece inclinarse por la cooperación con el Gobierno nacional. Y Cristian Ritondo, con su experiencia y poder legislativo, aparece una vez más como el operador que mejor entiende hacia dónde se mueve el tablero político.