Historia | 20/08

Hallazgo del Tercer Reich

La Alemania Nazi y sus travestis

Un libro muestra fotografías de miembros del Ejército nazi vestidos de mujeres incluso en un periodo de represión.

Lo que está haciendo podría llevarlo directo a la prisión pero aun así sonríe. Adornado con una falda de tubo y un sujetador, este fibrado torso masculino no duda en contornearse frente a una esvástica y mostrarse con una total normalidad que contrasta con la absoluta prohibición de esta época en blanco y negro.

Cuando el artista alemán Martín Dammann empezó a encontrar fotografías de ese estilo tuvo claro que debía exponer una realidad invisibilizada hasta ahora: los nazis también se travestían.

Durante casi 20 años este coleccionista viajó por el mundo en busca de fotografías aficionadas, hasta 270 imágenes prohibidas que le fascinaron y que ha recopilado en el libro Soldier Studies, publicado en Alemania por la editorial Hatje Cantz.

Hombres de uniforme con los labios pintados, arropados por vestidos de mujer y coqueteando entre ellos. La todopoderosa Wehrmacht, el Ejército nazi de Adolf Hitler, tuvo una cara oculta muy femenina, destellos de una sexualidad fuera de la norma que bajo las reglas militares era incluso castigada con la ejecución.

Práctica habitual

La fascinación de Dammann por esas fotografías le llevó a conocer álbumes de particulares que mostraban momentos muy íntimos. Como explica en una charla telefónica con este diario, vestirse de mujer ha sido una práctica habitual de soldados que ha quedado retratada durante la Primera Guerra Mundial y entre las tropas americanas, francesas e inglesas. Sin embargo, esas fotos "son particularmente frecuentes en los álbumes de alemanes de la Segunda Guerra Mundial".

El contexto detrás de esas imágenes es borroso. Así, el autor del libro reconoce que no hay manera de contrastar esas instantáneas y solo especula sobre los motivos que podrían explicar esa pequeña rebeldía del travestismo en la viril Alemania militar del Tercer Reich, algo que vincula a la tradición carnavalesca alemana, a un método de escapismo en el frente, así como a una sexualidad alternativa reprimida.

"Aunque la mayoría de soldados eran heterosexuales, las orientaciones homosexuales y transexuales también se muestran con una claridad inusual", añade.

A pesar de la durísima represión homofóbica del nacionalsocialismo, Dammann no ha encontrado pruebas de que esos pequeños espectáculos de cabaret realizados entre soldados y oficiales fueran castigados.

Berlín como capital gay

Aunque oculto y marginado, el travestismo hace más de un siglo que se practica en Alemania. Especialmente en el período de entreguerras retratado en Babylon Berlin, la capital alemana se convirtió en epicentro de una subcultura gay que atraía a aquellos que vivían una sexualidad alejada de la norma.

Mujeres con bigote y esmoquin u hombres con falda y tacones de aguja eran habituales en los bailes de disfraces de la noche berlinesa.

Fue esa efervescente escena de libertad sexual la que impulsó la androginia estética que terminaron popularizando mitos del celuloide como la actriz alemana Marlene Dietrich. Un signo de rebeldía en tiempos aciagos.

COMENTARIOS