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Tensión y clientelismo en la apertura de sesiones del HCD en Moreno
La intendente Mariel Fernández señalada por varios sectores de la oposición.

El lunes se llevó a cabo la apertura de sesiones del Concejo Deliberante de Moreno, en un contexto de alta tensión política y con una puesta en escena que despertó críticas por su carácter clientelar.

En esta ocasión, el evento se realizó en el club Los Indios, donde el oficialismo desplegó una demostración de fuerza basada en el acarreo de cientos de personas, muchas de ellas provenientes de los sectores más postergados del distrito.
Desde tempranas horas, colectivos en condiciones irregulares financiados por el oficialismo recorrieron los trayectos entre Cuartel V y el centro de Moreno, transportando a los simpatizantes hacia el acto.
La escena en las inmediaciones del club estuvo marcada por la presencia de hombres, mujeres y jóvenes sin ocupación, quienes interrumpieron el tránsito con festejos desordenados. En paralelo, algunos de ellos manipularon artefactos de estruendo sin reparar en la cercanía de cuatro escuelas para niños con capacidades diferentes, justo en el horario de salida.
La contradicción fue evidente: mientras el concejal Lucas Franco y otros dirigentes oficialistas se enorgullecen de haber aprobado una ordenanza de "pirotecnia cero" en Moreno, sus propios simpatizantes desafiaban la norma con estruendos en plena vía pública.
Dentro del gimnasio, el clima fue igual de tenso. Mariel Fernández enfrentó uno de los momentos más incómodos de su gestión como intendente. A pesar de su intento de mostrar fortaleza, llega a esta instancia sin candidatos definidos para las próximas elecciones y sin los recursos que en otros momentos le permitieron desplegar una costosa propaganda.
El panorama político también le juega en contra. Su alineación con La Cámpora (LC) y su cercanía a la familia Kirchner la han dejado en una posición difícil dentro del peronismo bonaerense.
En la otra vereda, los intendentes de la Primera y Tercera Sección han marcado distancia de la agrupación camporista y de Cristina Fernández de Kirchner, cuya condena judicial y posible prisión domiciliaria con tobillera electrónica suman incertidumbre a su futuro político.
La apertura de sesiones del HCD en Moreno reflejó, una vez más, la fragilidad de un modelo político que parece depender más del aparato clientelar que del respaldo genuino de la ciudadanía. En un contexto de crisis y divisiones internas, la intendente Fernández enfrenta un desafío creciente dentro de su propio espacio político.
