El Aeropuerto de Villa Gesell, una promesa de conectividad para la ciudad costera, se encuentra actualmente en un estado de abandono que contrasta con el bullicio de la temporada alta. La razón principal es la falta de infraestructura adecuada para operar vuelos comerciales, un problema que ha persistido por más de dos décadas.

Según reporta La Nación, la última vez que Aerolíneas Argentinas operó aquí fue hace 25 años, debido a que la terminal no cumplía con las normas de seguridad necesarias para sus Boeing 737.

Un episodio que marcó un antes y un después fue el accidente del Fokker F-28 en 1990, donde el avión se despistó y se incendió, evento que puso en evidencia la deficiencia en la respuesta a emergencias y la seguridad del aeropuerto. Desde ese momento, el aeropuerto ha visto un descenso progresivo en su uso, limitando las operaciones a vuelos privados durante la temporada alta. La Nación señala que esta situación ha dejado a Villa Gesell sin una opción viable de transporte aéreo para sus visitantes.

La inactividad del aeropuerto no solo es una cuestión de infraestructura, sino también de política y administración. Ha habido múltiples promesas por parte de diferentes autoridades para revitalizar el aeropuerto, pero ninguna ha llegado a buen puerto hasta ahora. Un reporte de La Nación detalla cómo planes de remodelación y expansión han sido anunciados sin que se haya materializado un cambio significativo.

La comunidad local y los turistas que visitan Villa Gesell sienten la ausencia de este servicio, especialmente en momentos donde la congestión vial se convierte en un problema significativo durante el verano. La esperanza reside en proyectos futuros que se encuentran en fase de discusión, pero que, según La Nación, aún no han superado las barreras burocráticas y financieras para su ejecución.

En conclusión, el Aeropuerto de Villa Gesell es un símbolo de lo que podría haber sido una puerta de entrada al turismo y el desarrollo económico para la región, pero que hoy es más bien un recordatorio de las oportunidades perdidas. La revitalización del aeropuerto depende de una combinación de inversión, voluntad política y compromiso con la seguridad, factores que, según La Nación, siguen siendo un desafío pendiente para las autoridades locales y nacionales.