Mariano Cowen está muy lejos de tener alguna injerencia en su club y mientras su gestión en el Hipódromo y en Gimnasia de La Plata se hunden, el supuesto presidente de Gimnasia tiende lazos con la Unión Cívica Radical (UCR) y Propuesta Republicana (PRO).

Si se produce su salida del Gobierno provincial, tendría asegurado un lugar en el radicalismo a través de la Fundación Alem.

La situación económica y futbolística de Gimnasia es muy delicada y Mariano Cowen parece vivir en una realidad paralela, mientras el real manejo del club está en las manos del vicepresidente Juan Pablo Arrien.

Tras la viralización de un audio suyo hablando mal de los jugadores, le sigue una dura derrota de Gimnasia frente a Independiente, que lo deja muy lejos de la clasificación a Copa Sudamericana.

En este contexto y a pesar de su supuesta pertenencia al espacio del intendente Julio Alak y el gobernador Axel Kicillof, Cowen se da el lujo de disertar en el Primer Encuentro Programático de Políticas Públicas Deportivas de la Fundación Alem, el think tank del radicalismo, que sirve de base para el armado de proyectos para la UCR.

Al parecer estaría buscando tender puentes con el PRO y la UCR, como cuando era asesor de la gobernadora María Eugenia Vidal en la OPDS.

Mientras muchos socios dicen que la actual gestión de Gimnasia es de las peores de la historia, Cowen será orador del panel “Sociedades anónimas deportivas” junto al ex árbitro y diputado nacional del PRO, Héctor Baldassi.

Dicen que hablaría en contra de las SAD, pero con Cowen, nunca se sabe.

Por otro lado, algunos comienzan a investigar las arcas del club porque ven que los números no están cerrando y el un silencio a voces que Cowen comenzó su retirada de Gimnasia. Lejos quedó las horas que le dedicaba a la institución deportiva en las oficinas del Hipodromo para abandonar la gestión. Ahora, lejos de ambas, necesita recular y comenzar a mirar nuevos horizontes.

Dentro del esquema del juego creen que el padrinazgo de Gonzale Atanasof no fue suficiente y creen que hay una ruptura cercana, algo que olfatea el propio Julio Alak.