Permaneció con Natacha Jaitt en sus últimos minutos de vida, es el principal sospechoso de su muerte y tiene vínculo directo con políticos de primera línea. ¿Quién es Gonzalo Rigoni?

Desde que destapó redes de pedofilia que involucran a los principales conductores de la televisión nacional e integrantes de divisiones futbolísticas hasta que fue hallada sin vida en condiciones inhumanas, Natacha Jaitt se convirtió en un enigmático caso que dio mucho de qué hablar.

Teniendo en cuenta que fue perseguida en vida por sus denuncias e ignorada por los principales colectivos feministas que afirmaban proteger y defender a las mujeres, Natacha se adelantó a acusaciones y maniobras que sabía querrían instalar tras su muerte.

"No me voy a suicidar, no me voy a pasar de merca ni a ahogar en una bañera. No me voy a pegar un tiro, así que, si eso pasa, no fui yo. Guarden tweet", advertía Natacha en abril del 2018 con claro pavor a lo que podría sucederle tras denunciar uno de los mayores escándalos inconclusos del país que involucra a famosos.

En febrero del 2019, un año después de que el escándalo parecía haber sido tapado gracias a quienes tildaron a Natacha de tener problemas de consumo y, por lo tanto, nula credibilidad, fue hallada sin vida. Le había pedido ayuda a Actrices Argentinas, también al entonces presidente Alberto Fernández, pero recibió destratos.

Como nunca, la causa fue rápidamente caratulada como un fallecimiento simple por consumo de estupefacientes, responsabilizando 100 por ciento a la víctima y no dando paso a posibles averiguaciones sobre quien había estado con ella en sus últimos momentos de vida. De la misma forma, se entorpeció el acceso a las conversaciones que la modelo había tenido. 

Pese a que su Tablet fue secuestrada por las Fuerzas estos aseguran nunca haber tenido acceso a sus conversaciones, aunque Ulises Jaitt, el hermano de la víctima, se percata de cómo ingresan a su Telegram una y otra vez.

Incluso, Ulises denunció que "el 15 de junio del 2023 desbloquearon la Tablet de Natacha y, en ese tiempo, "se encargaron de borrar todo. 4 años y 4 meses se tomaron". También se había molestado porque en el caso de Fabiola Yáñez, la exprimera dama que denunció al expresidente, el acceso a sus conversaciones íntimas y filtración de las mismas, apenas tomó días; mientras que las del delicado caso de Natacha aún no dieron con respuestas.

Pero, al parecer, nadie pregunta sobre quién estuvo en sus últimos momentos. Quién, según los testigos, es el principal sospechoso del deceso de Natacha Jaitt. Ulises apuntó siempre a un mismo nombre: Gonzalo Rigoni.

También, un trabajador paraguayo que estuvo en Xanadú, el salón que pertenece a Rigoni y donde Natacha fue hallada sin vida, declaró que Rigoni es el principal sospechoso.

Su teoría se centra en que, pese a que todos parecían querer pasar un buen momento consumiendo bebidas alcohólicas y cigarrillos, el productor y empresario Rigoni fue el único que optó por no consumir absolutamente nada. Natacha tampoco estaba drogada ni alcoholizada, de acuerdo al relato de Raúl Velaztiqui Duarte, el hombre que la halló sin vida. "De hecho, no vi a nadie consumiendo drogas", aseguró, desmintiendo así la hipótesis de que la víctima falleció de sobredosis.

Bajo ese pie, sumó detalles que exponen el por qué de sus acusaciones contra el empresario: "Nos teníamos que ir, pero como llovía mucho, esperamos hasta que parara un poco. Ella, en un momento, se levanta y se va. Poco después la vi hablando con (Gonzalo) Rigoni".

"La estaba esperando para irnos cuando bajó Rigoni de la habitación y dijo que Natacha 'se quedó dormida'. Me llamó la atención. Entonces le mandé un mensaje y la llamé. Como no me contestaba, fui a buscarla", siguió. Allí, Velaztiqui Duarte ingresa a la habitación y ve a Natacha boca abajo, semi desnuda y muerta.

"Empecé a los gritos, entré en pánico", recordó en diálogo con los medios. También, afirmó temer por su vida: "Pensé que me iba a pasar algo a mí. Más miedo tuve cuando encontré el teléfono de Natacha en un lugar en el que no debería haber estado. Estaba atrás de una heladera, adentro de su mochila, rodeada de un montón de cosas". "No puedo decir si hubo un homicidio. Eso lo tiene que decir el señor Rigoni. Lo único que yo sé es que fui a una reunión de trabajo, con una amiga y terminó muerta", concluyó.

Entonces, con esas implicaciones... ¿Por qué Rigoni nunca fue contemplado por la Justicia como un sospechoso, si los testigos afirman que fue el último en tener contacto con la víctima? Las relaciones que mantiene Rigoni con políticos de primera línea, tal vez, sean la respuesta.

El ahora secretario de Deportes y Turismo de la era Javier Milei, Daniel Scioli, es uno de los íntimos amigos del señalado. Según afirmó Ulises en reiteradas oportunidades, Gonzalo Rigoni es defendido por José Vera quien, casualmente, es el letrado del exgobernador bonaerense del Frente de Todos (FdT).

Además de eso, resulta irrisorio ignorar que, como dueño de CONAPLAS SRL, una empresa proveedora de conos y vallas, Rigoni recibió un sinfín de beneficios del Estado a través de contrataciones directas.

Su principal cliente fue Vialidad del Gobierno de provincia de Buenos Aires, de igual forma con su empresa CONOFLEX Argentina. Esta también fue contrata por la Municipalidad de General Ramírez (provincia de Entre Ríos) en el 2021, para proveer de su elementos de seguridad y señalización vial.

Asimismo, en 2019, la ciudad de La Plata, bajo la órbita de Julio Garro, contrató a CONAFLEX.

Con alcance a nivel provincial también, el gobierno de Mendoza también le cedió varias licitaciones aunque rechazó otras porque la empresa quería competir en licitaciones donde sus productos, ya sea por tamaño o material, no aplicaban.

¿Entonces? Teniendo tanto alcance como empresario y sus vínculos íntimos con importantes políticos, ¿Cómo es que la lupa no se posa sobre Rigoni? ¿Por qué, pese a que fue señalado por un testigo clave, no está señalado como el principal sospechoso del deceso de Natacha Jaitt? ¿Lo están protegiendo? Y, de ser así... ¿Quiénes lo protegen, con qué fines?

Claramente, no se puede ignorar que la denuncia de Natacha salpicaba no solo a algunos reconocidos periodistas y conductores de TV, sino a exservidores públicos. Esto explicaría porqué hay tanto interés en resguardar a Rigoni y porqué pese a estar con Natacha en sus últimos minutos de vida, ningún juez contempla su culpa.