Opinión | 07/11/23

Las víctimas somos nosotros

La "coherente incoherencia" argentina de un país gobernado sin inteligencia

No hace falta ser muy avispado para ver la contradicción entre pedir cooperación al servicio de Inteligencia israelí y condenar a Israel como si fuera el Estado agresor. ¡Todo en público!

Por Ariel Corbat

Me amargo y mucho cuando trato el lamentable estado de los servicios de Inteligencia argentinos, con una AFI inútil. Medio que venía esquivando el tema, pero un tweet de Gustavo "Lacha" Lázzari me obligó a exponer unas observaciones sobre el particular. 

Intenté ser breve. Empiezo por el concepto: inteligencia es el proceso racional que antecede la toma de decisiones, consistente en reunir y analizar información para ese fin y en previsión de escenarios futuros.

De ello se desprende que la calidad de los servicios de Inteligencia se puede evaluar por la calidad de las decisiones de quién gobierna.

Porque Inteligencia hace a la racionalidad de la toma de decisiones y tener servicios de Inteligencia es un atributo de países soberanos, que deciden su propio destino.

Si el Gobierno va de sorpresa en sorpresa, si sus decisiones son erráticas, improvisadas, y de continuo las sobrepasan los hechos hay 3 razones posibles:

  1. Su servicio de Inteligencia es ineficiente.
  2. El Gobierno desprecia lo que Inteligencia informa.
  3. Servicio y gobierno son igual de inútiles.

Por supuesto ningún servicio de Inteligencia es infalible  Todos conocen el dolor del fracaso.

No existe certeza de 100 por ciento en materia de Inteligencia, porque hablamos de conducta humana y siempre son distintos actores interactuando por sus propios intereses.

Teniendo claro este punto.se entenderá que todos los servicios de Inteligencia, con sus aciertos y errores, son un reflejo del país al que sirven. 

Argentina bajo el régimen kirchnerista se ha convertido en lo que padecemos, y su Sistema de Inteligencia Nacional no ha sido recompuesto desde su colapso en 2014. Colapso al que lo llevó el mal uso del régimen kirchnerista.

Así las cosas, la inutilidad de la AFI es doble, no funciona y si funcionara no encontraría racionalidad en el presidente para incorporar su aporte sistemáticamente a la toma de decisiones.

Por eso ante la crisis mundial desatada por el ataque terrorista de Hamás contra Israel no es dable cuestionar al gobierno argentino por la sorpresa (falló uno de los mejores servicios de Inteligencia y sorprendió a todo el mundo), sino por sus reacciones ante la nueva situación.

Preguntaba "Lacha" si habiendo argentinos secuestrados por Hamas no debería ser un asunto de Estado del cual el Presidente se ocupe directamente.

Por supuesto así debería ser. Si tuviéramos realmente un presidente, porque hoy hay uno formal que es Alberto "de la Fernández" y otro de facto que es Sergio Massa gobernando para su propia campaña. 

Así Alberto Fernández en videoconferencia dijo estar ocupándose, pero que como los terroristas operan en la ilegalidad y la clandestinidad (lo cual es cierto a medias) "no tenemos forma de llegar a ellos" y se trabaja con el servicio de Inteligencia israelí.

Quedaba claro que "De la Fernández" hablaba de "llegar a ellos" en plan negociar con terroristas que cometieron atrocidades imperdonables y no de represalia, algo confirmado por el vergonzoso comunicado de Cancillería condenando a Israel por defenderse.

No hace falta ser muy avispado para ver la contradicción entre pedir cooperación al servicio de Inteligencia israelí y condenar a Israel como si fuera el Estado agresor. ¡Todo en público!

Alguien podrá fantasear una jugada tras bambalinas. Siempre aparecen novelistas. Pero no existe tal jugada. Este Gobierno actúa con una perversa imbecilidad, evidenciando que la AFI es una broma de mal gusto.

Y digo: la SIDE hubiera encontrado en la comunidad de Inteligencia Internacional recursos en zona que hoy nadie va a facilitar a la AFI.

Entre otras razones muy evidentes porque, a diferencia de la AFI, la SIDE no tenía por costumbre hacer públicas sus actas para quemar a sus agentes ni a los agentes de servicios extranjeros con los que operaba. Y en esa comunidad la confianza es fundamental.

Argentina tiene que volver a ser Argentina. Un país soberano entre las naciones del mundo libre que recupere confianza por sostener la racionalidad de sus decisiones.

Y un requisito necesario para ello es que la AFI deje de parecerse a la AFI y empiece a parecerse a la SIDE.

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