El intendente Facundo Diz fue fuertemente cuestionado por frenar la obra de la primera escuela secundaria del pueblo de Villa Moll. El terreno había sido comprado entre varios vecinos que decidieron cederlo al municipio para que se construyera la escuela, pero ni bien asumió el gobierno de Javier Milei, politizaron la cuestión y decidieron parar la obra sin dar explicaciones.

Los vecinos habían recaudado los fondos a través de una choripaneada que hicieron con el objetivo de comprar el terreno para que sus hijos no tuvieran que irse a estudiar fuera del pueblo de Villa Moll.

A principios del 2023, había comenzado la obra y se presupuestaron 330 millones durante la gestión del ex presidente Alberto Fernández. Se había construido parcialmente, pero en diciembre, luego de que el kirchnerismo perdiera las elecciones, el intendente mandó a frenar la obra y la empresa constructora se llevó todo y desapareció.

Algunos vecinos preguntaron por qué paralizaron la obra y desde el municipio les dijeron que el gobierno nacional no les enviaba el dinero. Después, agregaron un cartel que decía: "Obra paralizada por el gobierno nacional”.

La indignación de los vecinos por la obra abandonada y la politización de la cuestión hizo que algunos medios nacionales fueran a golpear la puerta del despacho del intendente Facundo Diz y la puerta del secretario de obras públicas, Alberto Peralta, pero nunca respondieron.

A través del concejal Mateo Natalini, los vecinos hicieron un pedido de acceso a la información pública al Ministerio de Capital Humano para saber qué había pasado con los fondos destinados para esa obra. La respuesta que les dio la ministra Sandra Pettovello es que le habían enviado la totalidad del dinero al municipio de Navarro, desmintiendo la versión del intendente Facundo Diz.

Todo esto despertó la bronca de los vecinos y, al tratarse de un escándalo de corrupción que dejaba en evidencia al municipio, más aún cuando habló el ex secretario de obras públicas, Hernán Ferrari, que estuvo en los comienzos de la obra y declaró en medios locales que el dinero que había cobrado el municipio por la obra eran 800 millones, mucho más del doble de lo que figuraba en la licitación. 

Después del destape de corrupción, el municipio hizo silencio sobre estas denuncias, pero estaría en la mira del tribunal de cuentas, al que deberá rendir sobre lo que hizo con esos fondos.