Información general | 03/07

¡En guerra!

Ucrania: la deportación de niños y sus consecuencias

El reporte del Yale Humanitarian Research Lab revela detalles sobre la deportación de niños cometida por Rusia en Ucrania con complicidad de Bielorrusia.

La invasión rusa a Ucrania ha desatado una crisis humanitaria de enormes proporciones. Una de las facetas más oscuras de este conflicto es la deportación forzada de niños ucranianos a Rusia.

Según diversas fuentes, aproximadamente 20 mil niños han sido trasladados a más de 41 campos dentro de Rusia, aunque algunas estimaciones sugieren que el número podría ascender a 200 mil.

El rol de Bielorrusia

Estos niños son sometidos a procesos de adoctrinamiento y, en muchos casos, dados en adopción a familias rusas, alejándolos definitivamente de su cultura y raíces. Tal como me comentara Nathaniel Raymond, quien se desempeña como director ejecutivo en el Humanitarian Research Lab de la Yale School of Public Health, la investigación que han realizado desde ese instituto indicaría la complicidad de Bielorrusia.

El Humanitarian Research Lab de Yale ha investigado los casos y ha dado con 13 campos de deportación de niños dentro del territorio de Bielorrusia. Los campos que han sido objeto de investigación son probablemente de tránsito, esto significa que esos niños deportados tienen otro destino final.

Bielorrusia reconoce este hecho en la medida que aclara que la permanencia de los niños en su país es temporal, y no se ha encontrado evidencia por parte del instituto de Yale que indique lo contrario, esto es, no hay documentación que verifique que esos niños permanezcan en territorio de Bielorrusia para su posterior adopción y apropiación.

Además, habría organizaciones no estatales de este último estado que estarían vinculadas con la comisión de estos ilícitos. Son muchos los elementos que revelan la falta de consentimiento de padres o cuidadores a fin de que estas maniobras se lleven a cabo, y si bien se puedan encontrar argumentaciones al respecto por parte de los perpetradores, que alegan haber obtenido un consentimiento paternal, ha sido bastante evidente durante la investigación que de existir un permiso parental, este no habría sido ni claro y preciso, ni voluntario, ni obtenido al efecto permitir lo que efectivamente está ocurriendo con los menores.

La Humanitarian Research Lab (Yale HRL) de la Escuela de Salud Pública de Yale ha encontrado que al menos 2,442 niños de Ucrania, entre las edades de seis y 17 años, han sido llevados a Bielorrusia desde el comienzo de la invasión a gran escala de Rusia a Ucrania el 24 de febrero de 2022 hasta el 30 de octubre de 2023.

Esta actividad ilícita desafía toda norma del derecho internacional relativa a los derechos humanos y toda reglamentación relativa al derecho humanitario internacional.

La metodología del crimen

La Cuarta Convención de Ginebra estipula claramente lo siguiente: "Los traslados forzosos individuales o en masa, así como las deportaciones de personas protegidas desde territorio ocupado hacia el territorio de la Potencia ocupante o hacia el de cualquier otro país, ocupado o no, están prohibidos, independientemente de su motivo".

Claramente, se están infringiendo todas las normas del derecho internacional Humanitario y todas las convenciones en materia de derechos humanos en el derecho internacional.

¿Cuál es el criterio imperante a la hora de elegir a los niños que serán sujetos de deportación? La metodología consiste en seleccionar a menores que están dentro de las categorías pasibles de mayor vulnerabilidad, esto es: huérfanos; con discapacidades; pertenecientes a familias de bajos recursos económicos; menores cuyos padres son militares; adoptados.

Esta información se ha obtenido en base a la tramitación realizada por funcionarios rusos de las áreas ucranianas ocupadas, en donde se ha detectado este abanico de situaciones en al menos 30 documentos, en los cuales se advierten menciones a niños que pertenecen a alguna de estas categorías.

Parte del procedimiento también consiste en que oficiales rusos de las regiones ocupadas han eliminado requisitos en esos documentos, que son los necesarios a fin de trasladar menores desde esas áreas ocupadas a territorio ruso. Finalmente, el contexto en el cual se llevan a cabo estas maniobras criminales también ocurre de manera coercitiva y a través de decisiones extrajudiciales o bien de desapariciones forzosas.

El reporte del Humanitarian Research Lab de Yale indica: "Algunos de los niños documentados en este informe fueron identificados y reclutados para su deportación a Bielorrusia por el Comité de Investigación, una agencia de investigación criminal del Gobierno federal de Rusia, lo que puede hacer que cualquier consentimiento esté sujeto a coerción y, por lo tanto, no sea libre".

Y siguió: "Estas acciones, junto con la tendencia documentada de deportación de niños de Ucrania a Rusia, indican que las actividades captadas en este informe requieren una revisión urgente para asegurar que el consentimiento se haya obtenido correctamente".

"Se requieren investigaciones internacionales sobre los términos del consentimiento, incluyendo cualquier procedimiento médico o tratamiento realizado después de la deportación, para determinar si el consentimiento fue dado de manera significativa y si fue consistente con cualquier tratamiento y actividad que se llevó a cabo", afirmó.

Al menos 2,442 niños de Ucrania han sido transportados a 13 instalaciones en Bielorrusia:

La HRL de Yale ha encontrado que al menos 2,442 niños de Ucrania, entre las edades de 6 y 17 años, han sido transportados a 13 instalaciones en Bielorrusia tras la invasión a gran escala de Rusia a Ucrania el 24 de febrero de 2022. Los niños fueron transportados desde al menos 17 ciudades de toda Ucrania en olas que continúan hasta la fecha de publicación.

Más de 2050 niños de Ucrania fueron transportados a la instalación de Dubrava en Bielorrusia entre septiembre de 2022 y mayo de 2023, según pudo saber El Archivo.

Los otros aproximadamente 392 niños han sido alojados en las 12 instalaciones restantes. Los niños han sido trasladados desde ciudades y pueblos ucranianos en los óblasts de Donetsk, Luhansk, Kherson y Zaporizhzhia, incluyendo: Khartsyzsk, Makiivka, Yenakiieve, Chystiakove, Horlivka, Shakhtarske, Donetsk, Mariupol, Volnovakha, Ilovaisk, Berdianske, Yasinovataya, Snizhne, Kirovsk, Debaltseve, Lysychansk y Vasilevsky.

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