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Conectados por una billetera: así cambió el envío de dinero entre familias
Las transferencias digitales ya superan al efectivo en volumen y frecuencia, marcando un antes y un después en la forma en que se envía dinero al exterior.

Durante años, enviar dinero a familiares en otro país fue un proceso lento, costoso y muchas veces riesgoso. Las remesas, esos envíos de dinero que las personas migrantes hacen a sus familias en sus países de origen, se realizaban por correo, con efectivo, en sobres, o a través de servicios presenciales que exigían traslados y esperas. Hoy, esa realidad cambió por completo.
En pleno 2025, las remesas se digitalizaron, y las billeteras virtuales se consolidan como el nuevo canal dominante para enviar y recibir dinero en cuestión de segundos, directamente desde y hacia un celular.
Según los últimos datos del Banco Mundial, en 2024 las remesas a países de ingresos bajos y medios alcanzaron los 685 mil millones de dólares, con un crecimiento sostenido del 5,8 por ciento respecto al año anterior. En muchos de estos países, el dinero que llega desde el exterior ya representa más ingresos que la inversión extranjera directa o la ayuda internacional.
Las remesas no solo ayudan a millones de hogares a cubrir necesidades básicas como alimentos, medicamentos, vivienda o educación, sino que se han convertido en un sostén clave para las economías locales.
El avance tecnológico y la expansión de las billeteras virtuales permitieron que el envío de remesas deje de ser un proceso complejo. Hoy, más del 40 por ciento de los usuarios a nivel global elige herramientas digitales para hacer transferencias internacionales. Las razones son claras: se reducen significativamente los costos, se acorta el tiempo de acreditación y se mejora la seguridad de cada transacción.
En lugar de esperar días o semanas, hoy una persona puede recibir dinero en su billetera digital en menos de cinco minutos, lista para usar desde su teléfono móvil, sin necesidad de ir a una sucursal bancaria.
“Esta transformación también impacta en la inclusión financiera. Muchas personas que antes estaban fuera del sistema bancario hoy acceden por primera vez a un instrumento digital para manejar su dinero. Desde zonas rurales hasta grandes ciudades, las billeteras permiten enviar, recibir, pagar, ahorrar o incluso invertir, todo desde un dispositivo móvil. Y para quienes envían, también hay beneficios: menor costo por operación, mayor trazabilidad y la posibilidad de automatizar los envíos periódicos sin intermediarios físicos”, afirma Franco D’Angelo, Marketing Lead de Vesseo, una de las billeteras digitales con mayor crecimiento en la región.
A pesar de los avances, persisten algunos desafíos. La falta de conectividad en ciertas regiones, el desconocimiento sobre el uso de herramientas digitales y las regulaciones cruzadas entre países aún representan obstáculos. Pero el escenario es alentador: se espera que el mercado digital de remesas crezca a tasas cercanas al 18 por ciento anual durante la próxima década, impulsado por la adopción tecnológica, la expansión de redes móviles y la confianza creciente en las plataformas digitales.
“Cada vez más personas eligen enviar dinero de forma digital no solo por conveniencia, sino por seguridad y velocidad. Lo que antes implicaba un trámite de días, hoy se resuelve en minutos desde un celular, y eso transforma por completo la experiencia de quienes envían y reciben”, comentan desde Vesseo.
El envío de dinero entre países ya no se hace por correo. Se hace por celular. Las billeteras virtuales están redefiniendo la manera en que se conectan las familias a la distancia, reduciendo las barreras económicas y geográficas, y abriendo paso a una nueva era de transferencias: más rápidas, más seguras y más humanas. En un mundo cada vez más digital, la distancia ya no es un obstáculo para estar cerca.
