La Secretaría de Seguridad de General Pueyrredon atraviesa un momento crítico, marcado por la falta de profesionalismo, el maltrato y la desorganización en su funcionamiento. Según fuentes cercanas a la gestión, el área está sumida en un caos operativo que involucra a personal no municipal en tareas de seguridad, hechos de violencia encubiertos y manejos arbitrarios de personal.

Uno de los puntos más preocupantes es la presencia de personal de seguridad privada en operativos municipales. “Ya desde el momento en que tenemos personal que no es municipal haciendo trabajo de seguridad, ya estamos mal”, advierte una fuente que denuncia el uso de "patovicas" en tareas de control urbano. Según el testimonio, estos grupos están siendo utilizados para desalojos violentos de vendedores ambulantes y trapitos, con procedimientos que incluyen agresiones físicas y abandono de personas en la vía pública.

Además, dentro del área de tránsito y patrulla, el desmanejo es evidente. “Coto está pagando horas extras para seguridad porque no le quieren poner el semáforo”, señala la fuente, indicando que el personal de patrulla es desviado para cubrir funciones en el sector privado. Mientras tanto, los trabajadores municipales son perjudicados en el cobro de sus horas extras, siendo forzados a prestar servicios en lugares distintos a los asignados originalmente.

Otro punto de conflicto es el movimiento de personal en el playón de secuestro vehicular. De acuerdo con la información recibida, se están realizando cambios abruptos para favorecer intereses particulares, incluyendo el traslado del kiosco del Tribunal de Faltas nuevamente al playón, lo que generaría el desplazamiento de empleados con décadas de antigüedad.

“Rosario, que tiene mucha información, la quieren volar porque sabe demasiado”, afirma la fuente, sugiriendo represalias internas contra quienes podrían exponer irregularidades.

En este contexto, la posible llegada de Patricia Bullrich a Mar del Plata genera expectativas y temores. Algunos sostienen que su visita podría ser una oportunidad para que el Ejecutivo municipal impulse cambios urgentes en la cartera de Seguridad. Sin embargo, también existe el temor de que su presencia busque encubrir y respaldar al actual secretario, evitando modificaciones de fondo en una estructura que, según denuncian, funciona bajo una lógica de kioscos y prebendas.

El desorden, la violencia y los manejos irregulares han sumido a la Secretaría de Seguridad de General Pueyrredon en un estado de crisis. La llegada de Patricia Bullrich podría ser un punto de inflexión o simplemente una jugada política para sostener el "statu quo". La respuesta a estas denuncias y las decisiones que se tomen en los próximos días definirán el futuro de la seguridad en el distrito.