Economía | 10:00

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De la basura a una solución sustentable: ¿Cómo 750 mil kilos de neumáticos pasaron de contaminar a proteger hogares?

Como resultado de una tecnología que convierte residuos de goma en soluciones durables para la construcción, más de 750 mil kilos de neumáticos reciclados fueron transformados en un impermeabilizante ecológico que protege hogares.

De acuerdo con diversas estadísticas, cada año se fabrican en el mundo casi 2 mil millones de neumáticos y, en paralelo, se desecha una cantidad muy similar de toneladas de cubiertas, que suelen terminar en basurales, ríos o rellenos sanitarios, generando serios riesgos ambientales y sanitarios.

Este volumen de desechos plantea uno de los desafíos más urgentes de la economía circular. Se calcula que sólo el 15 por ciento de los neumáticos son reciclados de alguna forma. Ante esta problemática, surgen soluciones capaces de transformar residuos altamente contaminantes en productos útiles.

Un claro ejemplo es el desarrollo de un recubrimiento impermeabilizante que combina el caucho con resinas acrílicas y poliuretánicas logrando un producto para impermeabilizar techos muy robusto y duradero. Si un neumático resiste más de 40 mil kilómetros en fricción constante con el pavimento esta integración con pintura genera un producto más que  confiable y resistente.

"El proceso incluye el rescate de neumáticos en desuso de la basura a través de recicladoras, la micro-trituración de las cubiertas hasta el tamaño de partículas deseado, la homogeneización de las partículas y su combinación con polímeros acrílicos y poliuretanos para la generación de un producto final resistente, transitable y de gran adherencia. Así, lo que antes era residuo, ahora forma parte de soluciones sustentables en techos, cubiertas y superficies expuestas a la intemperie", expresó Ariel Maya, CEO de MERCLIN, productora de Liquitech CauchoGoma.

Con la fabricación de este producto, cada 100 metros cuadrados impermeabilizados se tratan entre 150 y 200 kilos de neumáticos evitando que terminen contaminando el ambiente.

Además de reducir el uso de materiales derivados del petróleo, este tipo de soluciones prolonga la vida útil de las superficies tratadas, disminuye la necesidad de mantenimiento frecuente y representa un aporte concreto a la construcción sustentable.

A nivel ambiental, la reutilización del caucho evita la liberación de partículas tóxicas y gases contaminantes durante su descomposición o incineración.

También reduce la proliferación de vectores, como mosquitos transmisores de enfermedades, que suelen habitar en neumáticos abandonados. Es por eso que este tipo de desarrollos impactan no solo en la construcción, sino también en la salud pública y en la calidad de vida de comunidades enteras.

En cuanto a eficiencia energética, este material, especialmente en colores blanco o gris muy claro, permite reducir entre un 15 y 20 por ciento la temperatura en interiores, especialmente en cubiertas metálicas, y mejora notablemente el aislamiento acústico por ejemplo cuando graniza o durante lluvias copiosas.

Gracias a su flexibilidad, resiste movimientos estructurales y condiciones climáticas extremas. Su durabilidad del esquema completo, estimada es de más de 10 años, lo convierte en una inversión sustentable y rentable a largo plazo.

Del caucho a la obra: aplicaciones del reciclado en construcción

El segmento de impermeabilizantes representa alrededor de un 18 por ciento de la pintura arquitectónica y los impermeabilizantes a base de caucho son alrededor de un 7 del total de productos impermeabilizantes. Una de las claves de este tipo de impermeabilizante que utiliza caucho de neumáticos en su aplicación es su versatilidad de uso.

Se adhiere con firmeza a superficies como hormigón, chapa, madera, membranas asfálticas y aplicaciones de pinturas anteriores permitiendo una cobertura continua sin uniones. La aplicación es simple y se puede hacer con brocha, rodillo o llana, en dos o más manos cruzadas. El resultado es una película continua, flexible y resistente que evita filtraciones y protege ante condiciones adversas.

"Su rendimiento entre 1 y 1,5 kilogramos por metro cuadrado lo hace competitivo frente a otros sistemas, mientras que su tiempo de secado varía entre 4 y 24 horas, dependiendo de las condiciones de temperatura y humedad en el momento de pintado. Una vez seco, el material es transitable, antideslizante y con excelente comportamiento ante el agua, el sol y el desgaste. Estas características lo convierten en una opción viable tanto para viviendas particulares como para instalaciones industriales", agregaron desde MERCLIN.

Esta innovación demuestra que es posible integrar tecnología, sustentabilidad y eficiencia en un solo producto. Sin recurrir a recursos no renovables ni a métodos contaminantes, esta solución aprovecha un problema global para brindar soluciones reales a necesidades de la construcción.

Es una muestra concreta de cómo la evolución de la economía circular puede cambiar el destino de los residuos y redefinir el concepto de protección en la arquitectura.

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