En un hilo publicado este martes en X (antes Twitter), el diputado bonaerense de La Libertad Avanza (LLA), Guillermo Castello, lanzó una dura acusación contra sus pares del Senado provincial: "La casta atornillada".

"Un grupo de Senadores que no pueden reelegirse este año presentaron, militaron y finalmente aprobaron un proyecto de ley para poder perpetuarse indefinidamente en sus cargos. En vez de legislar para resolver los problemas de la gente, legislan para sí mismos", resaltó.

Con esa frase, Castello marcó la postura de la oposición ante la media sanción (por tan solo un voto de diferencia) de una reforma que habilita la reelección indefinida de los legisladores de la Cámara alta bonaerense.

Votación ajustada y desempate clave

La sesión del Senado provincial culminó con un empate de 22 a 22. Para destrabar la paridad, la vicegobernadora Verónica Magario utilizó su voto de calidad, inclinando la balanza a favor del proyecto impulsado por el bloque oficialista.

Según fuentes legislativas, de los 26 senadores convocados asistieron 25 en forma presencial y uno de manera virtual para garantizar el quórum necesario.

El autor original de la iniciativa es el senador peronista Luis Vivona, alineado con Cristina Fernández de Kirchner, quien defiende la reforma como un mecanismo para "dar continuidad a proyectos de largo plazo".

En paralelo, la senadora Ayelén Durán (perteneciente al espacio de Axel Kicillof) presentó una propuesta complementaria que también incluye la reelección de intendentes.

Sin embargo, el bloque del Frente Renovador (FR), liderado por Sergio Massa, decidió no acompañar la medida, argumentando que "la prioridad debe ser la agenda social y económica de los bonaerenses, no la perpetuidad en el poder" (fuentes internas del bloque).

Reacción de La Libertad Avanza

Más allá del post de Castello, desde La Libertad Avanza remarcaron que, en un contexto de alta inflación y reclamos por obras públicas, "es un despropósito que la política avance sobre sus propios derechos en lugar de resolver la emergencia social".

Alertan que, de prosperar la reforma en la Cámara de Diputados, Buenos Aires quedaría en manos de legisladores sin límites de mandato, lo que, según su visión, favorece "la consolidación de élites alejadas de la gente".

¿Qué sigue ahora?

La media sanción en el Senado bonaerense es sólo el primer paso: para convertirse en ley, el proyecto deberá ser debatido y aprobado por la Cámara de Diputados.

Allí, la expectativa oficialista es asegurar una mayoría que respalde la reforma antes de fin de año. Mientras tanto, la oposición ya prepara recursos legales y reclama una audiencia pública, al considerar que la iniciativa afecta los principios de la renovación democrática.

En las próximas semanas, la pulseada legislativa promete tensarse aún más, con movilizaciones de organizaciones de la sociedad civil y nuevas manifestaciones en las redes sociales, donde el debate sobre la "casta" y la "perpetuidad en el poder" continúa polarizando la agenda política provincial.