
Política | 07:00
Interior del país
Laura Peralta Marcoré en La Libertad Avanza de Corrientes ¿Mérito o nepotismo en el ascenso político?
Se trata de la directora regional Noreste Argentino (NEA) de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social del Ministerio de Capital Humano, designada "a dedo" por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y la funcionaria Sandra Pettovello.

Laura Peralta Marcoré ha emergido como una figura controvertida en la política argentina, marcada por acusaciones de favoritismo y cuestionamientos sobre su idoneidad para los cargos que ocupa.
Su designación como referente de La Libertad Avanza (LLA) en Corrientes y su nombramiento como directora regional del Noreste Argentino (NEA) en la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social del Ministerio de Capital Humano han puesto bajo la lupa las prácticas de selección en el Gobierno de Javier Milei.
Lejos de reflejar un proceso meritocrático, estos ascensos parecen responder a decisiones de cúpula que priorizan lealtades políticas sobre capacidades comprobadas.
Una referente impuesta por Karina Milei
Laura Peralta Marcoré no llegó a su posición como referente de LLA en Corrientes tras un proceso participativo o competitivo. Según fuentes internas del partido, fue Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y hermana del máximo mandatario, quien la designó "a dedo" para liderar el armado político en la provincia.
Esta maniobra, que esquivó cualquier consulta a las bases militantes o un debate abierto entre dirigentes, ha generado críticas dentro de LLA. "Se supone que somos un movimiento que rompe con las viejas prácticas, pero esto es lo mismo de siempre: una imposición desde arriba", expresó un militante correntino que prefirió mantenerse en el anonimato.
El rol de Peralta Marcoré como apoderada del partido en Corrientes y ahora como su máxima referente refuerza su control sobre una región clave para LLA.
Sin embargo, su escasa trayectoria política previa y la ausencia de un respaldo orgánico entre los afiliados locales alimentan las dudas sobre su legitimidad como líder. ¿Qué méritos la avalan para este puesto? La respuesta, hasta ahora, parece reducirse a su cercanía con el círculo íntimo del poder.
Guillermo Francos y la Dirección Regional NEA
El ascenso de Peralta Marcoré no se limitó al ámbito partidario. El 1 de julio de 2024, fue nombrada directora regional NEA de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, un cargo con influencia sobre una vasta región del país.
Este nombramiento, con una duración inicial de 180 días, no surgió de un concurso público ni de una evaluación de antecedentes, sino que fue una imposición directa de Guillermo Francos, jefe de Gabinete de Ministros.
Francos, una figura influyente en la administración Milei, habría empujado esta designación como parte de una estrategia para consolidar el poder de LLA en el noreste argentino, según revelaron fuentes cercanas al gobierno.
Expertos en administración pública han calificado esta decisión como un retroceso en la profesionalización del Estado. "La normativa del Sistema Nacional de Empleo Público exige procesos transparentes para estos cargos. Saltarse eso es volver al clientelismo de siempre", afirmó María Eugenia Bianchi, especialista en gestión pública.
La falta de información sobre la experiencia de Peralta Marcoré en políticas laborales o de empleo agrava aún más las críticas: ¿Qué la califica para liderar una dirección regional tan estratégica?
Sombras de nepotismo y conflictos de interés
Las controversias no terminan en sus designaciones. En 2024, investigaciones periodísticas señalaron que Peralta Marcoré y su madre, Marta Susana Marcoré, facturaron servicios al municipio de Virasoro, gobernado por un aliado cercano de su esposo, el diputado Lisandro Almirón.
Estas operaciones, que incluyen alquiler de maquinaria y honorarios por hasta 203 mil pesos mensuales en 2023, han levantado sospechas de nepotismo y mal uso de fondos públicos. Aunque no hay una condena oficial, la opacidad en los procesos municipales no hace más que avivar las acusaciones.
A esto se suma su vinculación con la Fundación Gea-Madre Tierra, donde integra el Consejo de Administración. Presidida por José María Oderda, vicepresidente de LLA en Corrientes, la fundación ha recibido donaciones del Gobierno, incluyendo equipos electrónicos y repuestos aeronáuticos.
Este entramado de relaciones familiares y políticas sugiere un patrón preocupante: un círculo cerrado que se beneficia de los recursos públicos y las posiciones de poder.
Un ascenso bajo escrutinio
El caso de Laura Peralta Marcoré pone en evidencia las contradicciones de un gobierno que prometió transparencia y meritocracia, pero que en la práctica recurre a designaciones cuestionables.
Su nombramiento como referente de LLA en Corrientes, orquestado por Karina Milei, y su cargo como directora regional NEA, impulsado por Guillermo Francos, carecen del respaldo de procesos abiertos o de una trayectoria que los justifique. Las sospechas de nepotismo y las críticas por su inexperiencia pintan un cuadro de ascenso político más ligado a las conexiones que a las competencias.
En un momento en que la ciudadanía exige accountability, la figura de Peralta Marcoré se erige como un símbolo de las viejas prácticas que persisten bajo nuevas banderas.
Sin respuestas claras ni cambios en su gestión, su presencia en la política correntina y nacional seguirá siendo un punto de conflicto y un recordatorio de que el poder, a veces, se construye más sobre favores que sobre méritos.
