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Sociedad
Los seguros más insólitos del mercado: cuerdas vocales, vacaciones fallidas y hasta rupturas amorosas
Desde la cancelación de una luna de miel hasta la práctica de deportes extremos, pasando por seguros paramétricos, inclusivos y microseguros, la industria busca adaptarse a nuevas necesidades emocionales, laborales y de ocio de un público más exigente.

Planificar un viaje suele estar asociado a momentos de ilusión: una boda soñada, unas vacaciones post examen o un merecido descanso después de un año de trabajo. Sin embargo, la vida puede dar un giro inesperado. Frente a estos imprevistos, las aseguradoras ofrecen soluciones, aunque curiosas, despiertan cada vez más interés.

Una de ellas es el seguro de cancelación o interrupción de viaje, que permite recuperar los gastos ante enfermedades súbitas, accidentes, fallecimiento de familiares, citaciones judiciales, reprogramaciones académicas o incluso cancelaciones por eventos climáticos. Lejos de ser extravagante, esta póliza responde a necesidades cotidianas con alto impacto emocional y económico.
Los deportes extremos (como parapente, buceo, surf, esquí o escalada) también ganan protagonismo en la agenda de los viajeros. Aunque usualmente son excluidos de las pólizas de Accidentes Personales, algunas aseguradoras ofrecen coberturas específicas para estas actividades, que incluyen desde lesiones hasta repatriaciones médicas y rescates.
Hay casos que llaman la atención por su singularidad: celebridades que aseguran partes de su cuerpo (piernas, manos o cuerdas vocales) y hasta catadores que protegen su sentido del olfato, esencial para su labor profesional.
En el mercado argentino también se observan soluciones innovadoras: seguros para mascotas que cubren robo, extravío, enfermedades, eutanasia y servicios asistenciales como guarderia y vacunación, seguros de dispositivos electrónicos, smartphones, laptops y tablets ante robos o daños accidentales y seguros de vida para el ganado bovino, porcino, equino y avícola.
Un ejemplo llamativo lo aporta Fernando Fazioli, licenciado en Seguros y jefe de Desarrollo de Productos y Soluciones GIS de La Segunda Seguros: “En una ocasión aseguramos camellos utilizados para una representación teatral de los Reyes Magos, en el marco de una celebración religiosa. Fue un caso suscrito a través del Ramo Ganado, que demostró nuestra capacidad para adaptar productos a riesgos específicos”.
Fazioli también destaca otro frente desafiante: “Estamos diseñando una cobertura de inundaciones urbanas, cómo la que afectó a Bahía Blanca en marzo de 2025, para apoyar a gobiernos municipales a gestionar mejor los impactos socioeconómicos de las inundaciones, mediante un seguro paramétrico que ofrece asistencia inmediata a las poblaciones afectadas, especialmente a los más vulnerables”.
En otros países, el abanico de seguros no convencionales sigue creciendo: seguros índice de rendimiento escolar, que cubren clases de refuerzo si un estudiante supera determinado umbral de inasistencias por huracanes; coberturas ante epidemias como el Ébola y Covid-19; seguros paramétricos de lluvia en vacaciones, que reembolsan gastos de alojamiento si el clima impide disfrutar las excursiones o la playa; seguros para criptominería, riesgos cibernéticos, longevidad y protección de menores frente a bullying, ciberbullying, grooming o acoso escolar e incluso coberturas para golpes de calor, robo de zapatillas o salud dental, a través del llamado seguro de sonrisa.
El mercado se ajusta a nuevas tendencias y preocupaciones sociales. Contratar una póliza para riesgos atípicos ya no es una rareza, sino una inversión racional para proteger la estabilidad emocional, económica y profesional frente a lo inesperado.
