Opinión | 28/08

Análisis

Malas decisiones

La visión directa de la nueva etapa del Club Atlético River Plate (CARP).

Por Javier Solá

No se puede ganar un partido sin patear al arco. Si en un partido que termina 0 a 0 la figura de cada equipo es uno de los zagueros y no los arqueros es porque no hubo tiros al arco. Y esto demuestra:

  • Falta de confianza.
  • Falta de juego asociado.
  • Que los jugadores hicieron siempre una de más y la perdieron.

Las 3 pueden corregirse con tiempo y trabajo, aunque la tercera es la más complicada porque se mete de lleno con la cabeza del jugador y las decisiones que toma dentro de la cancha.

Pero ojo, que los errores no fueron solo de los jugadores, si no que, a mí criterio, Marcelo "El Muñeco" Gallardo también la pifió con el once que mandó a la cancha de entrada. ¿Cuántas chances había de que Santiago Simón la rompa toda de nuevo, si desde que debutó no completó dos buenos partidos seguidos?

¿Y Facundo Colidio era la mejor opción disponible? El día que comience a hacer lo que pide la jugada, va a ser crack. Pero hoy todavía se equivoca siempre.

Y, sabiendo que Newell's Old Boys (NOB) es un equipo muy físico y que iba a quemar las naves al Monumental, ¿era necesario que juegue Mastantuono de entrada, siendo todavía un nene al que hay que cuidar? ¿O hubiese sido mejor que juegue un experimentado? Todas preguntas que uno se hace con el diario del lunes y sin ver los entrenamientos.

Pero lo cierto es que al equipo siempre le faltaron cinco para el peso. Si alguno desbordaba y tiraba un buen centro, no había nadie para cabecear. Si había alguien para cabecear, el centro era deficiente.

Si alguno quedaba en posición de gol, la pasaba en vez de patear al arco. Y si decidía chutear, estaba en mala posición o la mandaba a las nubes. Y así se fue un partido de esos que le dejan más al DT para trabajar en la semana, que al hincha que pagó una entrada para verlo.

Lo bueno, lo vuelvo a repetir esta semana, es que si no se perdió jugando así, cuando estén más finos el equipo será una tromba. Ojo, que Newell's Old Boys tampoco hizo nada para ganarlo. El mismo análisis que hice para el ataque millonario, podría reproducirlo para los leprosos. Fue un partido sin arcos. Y cuando eso ocurre, el único que pierde, es el espectador.

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