Por el ex concejal marplatense Daniel Sosa

¿Gustavo Pulti axelista?

Solo hay que tener un poco de memoria y algunos dirigentes foráneos deberían escuchar un poco más.

Los portuenses con memoria nos acordamos de la nula gestión en el sector tan importante de la ciudad de Mar del Plata. ¡Si hasta le cambió el nombre a la Delegación Puerto (municipal) sin argumento alguno! Por capricho, le puso Distrito Descentralizado Vieja Usina a la delegación.

Manejó el Consorcio Portuario a su antojo hasta el año 2012, con colaboradores directos y con resultados todos negativos. No dragó en toda su gestión.

Armó un edificio y un Consorcio paralelo entre el Municipio y la Provincia de Buenos Aires en la Escollera Norte para los cruceros, y no vino ni uno.

Lo peor es que, mientras fue intendente hasta 2015, estuvo sin dejar operar a los barcos para la producción, los cuales generan mano de obra en ese lugar. Es decir, ni una cosa ni la otra.

Por eso, hay cosas que no nos sorprenden.

Políticamente, se recuerda que en 1989 se subió a la lista del Frente Peronista. Una vez concejal, a los pocos meses se fue del bloque. Para reelegirse, se pegó y armó una alianza con un ex intendente, y luego de ser elegido concejal, operó y vació el bloque, en un claro golpe institucional.

La mayoría de los principales referentes marplatenses lo miran con desconfianza, por saber su pasado. En 2007 y 2011 fue kirchnerista para llegar a ser intendente.

Se encaprichó con la re-reelección para ser candidato frente a Carlos Fernando Arroyo y perdió Mar del Plata, pese a tener todo el aparato nacional y provincial. Aclaró que era sciolista, y Daniel Scioli le bajó todos los recursos. Igual, perdió.

En 2019, por capricho, se volvió a presentar y jugó en contra del peronismo, haciendo intendente a Guillermo Montenegro.

Sus concejales, en votaciones claves, fueron funcionales a Montenegro. Llamativamente, varios dirigentes de su partido son funcionarios de este, y hoy, del riñón del actual intendente, se asegura que juega en tándem: Pulti – Montenegro.

En 2021 fue con Florencio Randazzo, que le votó todo a Javier Milei.  Pulti ahora dijo: "Decidimos no someternos al sectarismo de La Cámpora".

Pero hace apenas un año y medio fue diputado e ingresó 2 concejales en la lista con Fernanda Raverta... ¡¿Pero ahí no eran sectarios?!

En 2023, con los lugares asegurados para la elección en la campaña, todos en el peronismo vieron que no movió un dedo.

Rompió la alianza en Mar del Plata luego de asumir como diputado y se acercó al gobernador.

En el último cierre de listas, repitió el berrinche, no aceptó lugar en la lista de concejales para los suyos, no aceptó el segundo lugar en la lista de senadores, desoyó al gobernador y se cortó solo, armando una lista con su partido.

Varios intendentes están enojados y lo hacen llegar a la Gobernación. Dicen: "Se hace el axelista, pero le erosiona la composición de la legislatura provincial", "juega con su boleta corta en Mar del Plata, no le importa la quinta sección que le suma a Axel y le hace el juego a Montenegro y a Milei".

Peronistas marplatenses y de la quinta sección dicen: "La historia nos da la razón, a varios funcionarios provinciales les advertimos que Pulti solo piensa en Pulti y que era un error pensar que por tener un acuerdo lo iba a respetar".

Ni bien ni mal, es su manera de hacer política.  Fue un error pensar que el cierre con Raverta en 2023 lo había hecho jugar bien una vez, haber pensado que es axelista, cuando ni escucha las directivas del propio gobernador para conformar listas de unidad.

La boleta corta no suma en la quinta sección ni en provincia, solamente le conviene a Montenegro. ¿Construcción para 2027? Sí, para Pulti.

Al gobernador y al peronismo provincial no le suma nada.

La única verdad es la realidad. Y la realidad es que hay una sola boleta que vale y suma al gobernador y al peronismo en general, y es la única oficial: "Fuerza Patria".