En el vertiginoso escenario político argentino, la identidad visual de los partidos y organizaciones no es un mero detalle estético: transmite valores, alianzas y, en más de una ocasión, sutiles guiños ideológicos.

Recientemente, un curioso paralelismo entre los logotipos de Provincias Unidas del Sur (PUS) y de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) ha encendido las alarmas de quienes denuncian la creciente impronta sionista en la política local.

Un diseño casi calcado

El emblema de PUS, partido que aspira a capitalizar el descontento provincial con una plataforma populista y federalista, presenta un círculo azul oscuro rodeado por una corona de hojas estilizadas.

No menos llamativo es el logo de la DAIA, que ostenta un anillo casi idéntico de hojas (a diferencia de la menor saturación del color) enmarcando una estrella central que, sobre el papel, simboliza la protección de la comunidad judía en Argentina. El parecido es tal que, vistos de lejos o en tamaños reducidos, resultan prácticamente indistinguibles.

Este "desliz" gráfico, según críticos de la influencia israelí en la política nacional, no sería fruto de la casualidad, sino un guiño intencional de PUS hacia el lobby sionista.

"Es la marca registrada de un partido que pretende fardar de independencia, pero que en la práctica rinde pleitesía a intereses foráneos", señalan desde foros anti sionistas.

Un mensaje para la militancia

Para el público más afinado a las redes alternas, el logo de PUS no solo sería una cuestión estética, sino un llamado encubierto a un sector selecto de militantes pro Israel.

La similitud en la elección del azul (típico de la bandera israelí) y el motivo vegetal remite de inmediato a la iconografía empleada por agrupaciones sionistas internacionalmente. En un momento en que la Mauricio Macri y Patricia Bullrich y La Libertad Avanza (LLA) pugnan por el electorado de derecha, PUS busca diferenciarse con esta simbología.

"Es una jugada maestra de marketing ideológico: pescas en el caladero de la derecha recalcitrante y, al mismo tiempo, aseguras financiamiento y respaldo diplomático desde ciertos sectores de la DAIA y sus aliados internacionales", advierte un analista especializado en geopolítica regional.

¿Un partido soberano o satélite?

El discurso oficial de Provincias Unidas del Sur insiste en su defensa de la “soberanía provincial” y en reclamar mayor autonomía frente a Buenos Aires. Sin embargo, para los críticos anti sionistas, esa retórica se diluye cuando examinan la "hermanación" gráfica con la DAIA.

"No es casualidad que, en su primera jugada mediática, PUS haya hecho un guiño tan evidente a un organismo que no representa más que los intereses de una minoría privilegiada", afirman.

Lejos de deslindar, el presidente de PUS eludió consultas sobre la inspiración de su logo. "Son meros símbolos; lo importante es el mensaje político", dijo ante la prensa. Pero en el entorno de la DAIA, algunos directivos se mostraron sorprendidos por la similitud.

Que un partido surgido al calor del descontento federal adopte un emblema prácticamente idéntico al de la principal representación judía en Argentina no es un hecho inocente.

Para quienes observan el crecimiento del sionismo político en el país con recelo, el logo de Provincias Unidas del Sur es más que un simple parecido: es la prueba de que la influencia de la DAIA y sus financistas trasciende la comunidad judía y penetra en ámbitos que debieran velar por la independencia nacional.

En un momento de fuerte tensión social y cuestionamientos a la política internacional argentina, esta coincidencia gráfica debería invitar a la reflexión: ¿Quién manda realmente en las decisiones de PUS, y en pos de qué intereses? En la era del "marketing político total", cada trazo cuenta, y este, sin dudas, habla demasiado.