Economía | 07/01
Tendencias
5 retos de la industria metalúrgica para el 2025
La falta de personal calificado, la capacitación en tecnologías digitales, la implementación de herramientas basadas en inteligencia artificial y priorizar la sostenibilidad son algunos de los desafíos que enfrenta la industria para sobrevivir en un escenario cada vez más competitivo.
La industria metalúrgica, pilar fundamental de la economía global, ha experimentado un año 2024 marcado por la volatilidad de los mercados, la disrupción de las cadenas de suministro y la creciente demanda de productos más sostenibles.
De acuerdo con un informe realizado por la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), la actividad en la industria metalúrgica se contrajo 17,7 por ciento en marzo, en comparación con el mismo mes del año pasado y acumula una baja del 6,6 en el primer trimestre del año.
Estas cifras, sumado a factores como la inflación, los conflictos geopolíticos y las políticas proteccionistas, han generado incertidumbre en el sector de cara al 2025.
En este contexto, la soldadura, una disciplina vital dentro de la industria metalúrgica, también ha experimentado importantes retos a lo largo del 2024.
"Desde la necesidad de innovación tecnológica, la brecha en la formación de especialistas, los cambios en los procesos de manufactura, hasta la transición hacia materiales y procesos más sostenibles, han obligado a las empresas a adaptarse rápidamente y al sector en general a reinventarse frente a un contexto global cambiante", expresó Emanuel Rauchle, jefe de Marketing de Grupo Baw.
De esta forma, se plantean 5 retos claves que enfrentara el sector en el 2025:
- Escasez de mano de obra calificada: la jubilación de los trabajadores experimentados y la falta de interés de las nuevas generaciones por las profesiones técnicas están generando una brecha de talento cada vez más difícil de cubrir.
- Formación tecnológica: la adopción de tecnologías digitales y la automatización de los procesos de soldadura son fundamentales para mejorar la productividad y la calidad, pero a su vez demandan personal capacitado en herramientas digitales, lo que conlleva una importante estrategia de formación por parte de las empresas.
- Sostenibilidad: la demanda de productos más sostenibles está impulsando la necesidad de desarrollar procesos de soldadura más eficientes energéticamente y menos contaminantes, así como el uso de materiales reciclados y biodegradables.
- Nuevas tecnologías de soldadura: la aparición de nuevas tecnologías, como la soldadura robótica colaborativa y la impresión 3D metálica, ofrece grandes oportunidades, pero también plantea desafíos en términos de inversión.
- Normativas y estándares: el cumplimiento de las normativas y estándares internacionales cada vez más exigentes en materia de seguridad, calidad y sostenibilidad es esencial para acceder a nuevos mercados y garantizar la confianza de los clientes.
"Para afrontar estos desafíos, es esencial que todos los actores del sector, desde empresas y gobiernos hasta instituciones educativas, trabajen de manera articulada. La inversión en capacitación profesional y en el desarrollo de tecnologías más eficientes será determinante para fortalecer la competitividad global. Además, la colaboración con centros de investigación y el impulso a prácticas sostenibles permitirán a la industria metalúrgica avanzar hacia un modelo de producción más responsable y tecnológicamente adaptado", agregaron desde Grupo Baw.
Las expectativas para el 2025 del sector metalúrgico aún son inciertas. Sin embargo, la adopción de tecnologías como la inteligencia artificial y los robots colaborativos (Cobots) representarán un punto de inflexión para la productividad del sector. El futuro dependerá de cómo la industria enfrente los retos y se adapte a las exigencias del mercado global.