"Cada vez es más evidente de que, como ocurre en la Legislatura bonaerense, radicales y peronistas trabajan en tándem dentro del Concejo Deliberante de General Pueyrredón", sentenció un hombre importante de Propuesta Republicana (PRO) a La Postal de Mar del Plata.

Se han visto miles de reuniones de café y, a su vez, diálogo continuo de ediles de Unión por la Patria (UxP) con casi toda la línea dura de la Unión Cívica Radical (UCR). Un "remake" bastante claro de lo que exponen las firmas del diputado provincial Diego Garciarena en la Legislatura bonaerense con aquellos referentes de La Cámpora.

De este modo, pocos comprenden en el "off the record" qué juego tramaría el senador Maximiliano Abad en su afán de ser el líder único del radicalismo. El cual pareciera desvanecerse por completo entre el juego a 2 puntos: en provincia de Buenos Aires con el peronismo (ahora expuesto de forma local) y desde Nación a los besos de lengua con La Libertad Avanza (LLA), detrás de la vicepresidente Victoria Villarruel.

Algunos periodistas se animan a subrayar el hecho de que el gobernador bonaerense Axel Kicillof, por debajo de la mesa, le deslizó al senador Abad una invitación la famosa Mesa de Ensenada. En dónde se tejería el 2025, desde una presunta coalición progresista. Sin ir más lejos, su par Martín Lousteau dice presente en todas las reuniones.

Por lo tanto, el silencio y poca gesticulación del hombre del radicalismo marplatense, profundiza su doble juego, pero sintiéndose más cómodo al lado de Kicillof que de aquello que rodea al presidente Javier Milei. Su voto a favor de la Ley Bases lo tiene a maltraer adentro de la misma UCR.

¿Evitará las internas en la UCR que lo obligan a poner en riesgo poder propio? ¿Podrá darle curso al 2025? ¿Axel Kicillof o Javier Milei?