Otros Municipios | 04/06

Interna justicialista

¡Ferraresi amenaza con sacudir Avellaneda! "Lista corta" si el gobernador Kicillof se arrodilla ante CFK

El intendente, de Unión por la Patria (UxP) por ahora, quiere un peronismo alejado del kirchnerismo.

Jorge Ferraresi, el carismático intendente de Avellaneda, está a un paso de explotar la bomba política más ruidosa del Conurbano bonaerense.

Según fuentes internas del peronismo local, el "mundo Ferraresi" analiza seriamente presentar una "lista corta" de candidatos a concejales en las elecciones de este año, pero con una condición: que Axel Kicillof selle un pacto con Cristina Fernández de Kirchner.

Si eso sucede, el "Chapa" estaría dispuesto a jugar a contramano de la estructura justicialista provincial y dejar pasar una boleta reducida para cuidar el "núcleo duro" de su poder territorial.

La traición programada

En los pasillos del Municipio y en los cafés de la calle Belgrano no se habla de otra cosa: Ferraresi, quien supo tejer alianzas con La Cámpora (LC) y el kirchnerismo más ortodoxo en su fortaleza de Avellaneda, hoy se muestra implacable con la idea de que Cristina contamine la hoja de ruta de Axel.

En su entorno más cercano aseguran que la "lista corta" sería un mensaje directo al cristinismo: "Si Kicillof pacta con ella, nos quedamos sin internismo local, sin internas ni confrontaciones con los camporistas. Sacamos solo los concejales ‘nuestros’ y punto. Que el Partido Justicialista (PJ) provincial se arregle como pueda".

Choque de trenes: Axel contra Cristina

La tensión sube de temperatura: Axel Kicillof lleva meses intentando un acercamiento con Cristina para reeditar la unidad del viejo Frente de Todos (FdT) en la provincia. Pero el ala litoral del "axelismo" (donde Ferraresi se codea con ministros y referentes cercanos al gobernador) cree que cualquier entente con la ex Presidente implicaría resignar poder en los territorios, ceder concesiones a La Cámpora y dejar de ser los amos del Conurbano.

"Kici no puede pactar con Cristina si quiere salvar su gestión", gritan en voz baja en la sala de reuniones del palacio comunal.

La Cámpora, contra las cuerdas

Para Máximo Kirchner y los cuadros de La Cámpora, la movida de Ferraresi suena a traición. "Es un arrebato de ego puro: después de tantos recursos y tiempo invertido en Avellaneda, Ferraresi corta la relación de un plumazo si se le cruzan los intereses. No nos va a intimidar", aseguran en los despachos de Laprida y Azopardo.

Tal decisión, sin embargo, podría profundizar la grieta interna y agudizar la disputa por cada banca de concejal que quede vacante si la lista corta compite sola.

Avellaneda en vilo: ¿Jugada maestra o error garrafal?

En las esquinas de Gerli y Wilde, los vecinos especulan: "Si Ferraresi se pone tan fuerte... ¿Quién nos gobierna después? ¿Con qué concejales nos quedamos?". El ala opositora del Municipio celebra: "Veremos si es cierto que tienen los votos para bancar una lista mínima sin negociación con Cristina".

En declaraciones informales, un diputado provincial afín a Kicillof deslizó: "Esta movida muestra que la paz en el peronismo bonaerense es pura fachada; detrás, se acomodan los parches para 2027".

El delicado equilibrio del PJ bonaerense

El justicialismo provincial atraviesa su momento más convulso: Arturo "El Caña" Echagüe (colaborador de Kicillof) insiste en que cualquier acuerdo con Cristina debe incluir garantías para los intendentes "no camporistas". En tanto, la jefa del bloque de senadores, Anabel Fernández Sagasti, presiona en la Legislatura para que nadie se anticipe con boletas paralelas.

Pero Ferraresi (que lleva 2 mandatos en Avellaneda, con más del 60 por ciento de adhesión popular) se siente con la sartén por el mango: "Si a nivel provincial quieren entregar Avellaneda al cristinismo, que lo hagan solos. Nosotros defenderemos el territorio que construimos con votos, no con acuerdos de escritorio".

Lo cierto es que, mientras los vecinos se preguntan si la Municipalidad seguirá funcionando o quedará atada a las internas, el "Chapa" Ferraresi acelera su estrategia para mantener el control absoluto de Avellaneda.

La frase ronda en los pasillos: "Con Kici, pero sin La Cámpora"; y en caso de que ese pacto se concrete, la lista corta sería el escudo y la espada del "ferraresismo" para pelear con las uñas cada espacio dejado por Cristina. En el peronismo bonaerense, el ring está en llamas, y Avellaneda, una vez más, podría convertirse en el epicentro de la batalla final.

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