Política | 21/11/23

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La nómina de "tweeteros" e influencers que LLA financió para crear tráfico por redes sociales

El presidente electo Javier Milei utilizó su propio "Plan Platita" para poder llegar al Sillón de Rivadavia.

La victoria de Javier Milei sigue dejando mucha tela para cortar. Su desembarco en la Cámara de Diputados estuvo respaldado por el autodenominado Ministerio del Odio que contemplaba a influencers como Augusto Grinner, Eduardo Prestofelippo, Emmanuel DanannÁlvaro Zicarelli, Pablo Martínez conocido como "Tipito Enojado", Carlos de "Welcome Peronia", Arturo Maluco, Martín "El Negro" Almeida y Lilia Lemoine.

Luego de la llegada de Milei hacia la Casa Rosada, con la apertura de usuarios de Twitter que fueron oportunistas, hubo influencers más honestos que decidieron quedarse a un costado y formar parte de la "derecha crítica". En ese lugar se terminaron acomodando "Depe", "El Presto", Danann, Zicarelli, "Welcome Peronia" y Maluco, quiénes en seguida resultaron atacados y acusados por ser criticos.

Se mantuvieron en vivos al lado de Milei, algunos hasta cobrando de "ñoquis" en  el Estado con módulos de diputados liberales, "Tipito Enojado" (junto a su colega youtuber Juan Pablo Volpin), el humorista "El Negro" Almeida y Lemoine. A ellos se sumaron gente que solo hace "tweets" como el periodista Ramiro Torres, Fátima Mercado, Lourdes Palavecino, "El Buni", Oso Gordo, Agustín Romo, Eugenia RolónIñaki GutiérrezDelfina Wagner y tantos más. Desde allí, se encargaron de operar a fondo.

También se generó un equipo en YouTube, con mejoras gracias a Ramiro Marra, Agustín Laje y Nicolás Márquez, los batallladores culturales reforzados. Además, se generaron segundas líneas (muchas veces financiadas con dinero estatal de módulos de diputados y viáticos, sumado a contratos) con la fotógrafa Abigail Benegas, Mariano Pérez de Break Point (ex pareja de Delfina Wagner), Tomás Jurado que hace "El Peluca Milei" y el asesor de Marra Iván Dubois.

Ahora bien, hubo más nombres, pero todo es parte del aparato de redes, el cual tuvo unidad una vez que se generó "La Grieta" del ballotage. Sin ir más lejos, queda la interrogante de aquella firma anónima de "juegos virtuales". ¿De allí salió el financiamiento?

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