Política | 07:00
Internacional
La sombra del Kremlin: arrestan a espía ruso ligado a Lakhta en República Dominicana
El presidente Vladimir Putin se encuentra en el ojo de la tormenta, tras informe de El Archivo.
El espionaje ruso vuelve a generar alarma en América Latina con el caso de República Dominicana, donde en septiembre las autoridades detuvieron a Dmitrii Novikov, un ciudadano ruso de 25 años acusado de liderar desde Bávaro una red de ciberinfluencia vinculada al proyecto Lakhta.
Según los informes oficiales, Novikov operaba difundiendo contenidos de desinformación política en redes sociales y financiaba sus actividades mediante criptomonedas, al tiempo que se le vincula con la venta y distribución de armas de fuego. Las autoridades dominicanas advirtieron que "La Compañía" pasó de ser un problema lejano a un desafío real para la seguridad y la estabilidad democrática del país.
Este episodio se suma a una serie de investigaciones que revelan operaciones rusas de espionaje en distintas partes del mundo. En Argentina, en junio de este año, el entonces vocero del gobierno y actual jefe de Gabinete, Manuel Adorni, informó sobre la detención de Lev Konstantinovich Andriashvili y su esposa Irina Iakovenko, ciudadanos rusos radicados en el país.
Ambos estaban al frente de "La Compañía", una organización dedicada a crear redes de influencia y desinformación, mediante la manipulación de redes sociales, ONG locales y obtención de información política. Según el gobierno argentino, la entidad estaría vinculada al proyecto Lakhta, cuya misión global es difundir información falsa y moldear la opinión pública.
El proyecto Lakhta se originó en Rusia y, según los informes, comenzó con objetivos centrados en Ucrania y Europa, pero redirigió sus esfuerzos hacia Estados Unidos durante las elecciones de 2016, generando cientos de cuentas falsas y perfiles de "líderes de opinión" para amplificar debates y apoyar a grupos radicales.
Entre 2016 y 2017, la organización compartió más de 80 mil publicaciones en redes sociales, que alcanzaron a más de 126 millones de estadounidenses, incluyendo tuits y videos en YouTube, aunque no se puede establecer con certeza el impacto de estas acciones en los resultados electorales.
No es la primera vez que se detecta espionaje ruso en la región. En Argentina se conocieron casos como el de Ludwig y María Rosa Gisch, quienes operaban para el SVR ruso antes de regresar a su país tras ser descubiertos en Eslovenia.
En Brasil, la Operación Este reveló que ciudadanos rusos creaban identidades falsas para operar desde territorio brasileño con fines de espionaje y desplazamiento internacional. Los espías adoptaban perfiles variados, desde joyeros hasta estudiantes y modelos, y utilizaban documentos brasileños legítimos para disfrazar su actividad.
La detención de Novikov en República Dominicana evidencia que las operaciones de influencia rusa continúan expandiéndose en América Latina, combinando estrategias de desinformación digital con actividades ilícitas que plantean nuevos desafíos para los servicios de seguridad y la estabilidad política de la región.
