Información general | 03/06

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¿Monopolio de marcapasos? Las sombras en torno al cardiólogo Miguel Payaslian

¡El negocio que faltaba con los jubilados en el Programa de Atención Médica Integral (PAMI)!

En el circuito médico de Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y Mar del Plata, el nombre de Miguel Óscar Payaslian aparece vinculado con prestigio y éxito: jefe de Cardiología Intervencionista en el Hospital "Doctor Juan Fernández" durante más de una década, pionero en la implantación de válvulas aórticas con catéter (TAVI) en el país, y actualmente al frente del servicio de Hemodinamia del Sanatorio Solano en Mar del Plata.

Pese a su perfil público de médico especialista, alrededor suyo circulan rumores, acusaciones veladas y cuestionamientos sobre su cercanía al Programa de Atención Médica Integral (PAMI) y un supuestamente privilegiado negocio con la provisión de marcapasos.

Vínculos con el PAMI: ¿Sólo paciente o algo más?

El PAMI, principal obra social de jubilados y pensionados en el país, ha sido escenario de múltiples escándalos en los últimos años. Compras directas, sobreprecios y adjudicaciones sospechosas se convirtieron en moneda corriente; sin embargo, ningún informe oficial ni registro público coloca a Payaslian como funcionario, directivo o representante institucional del organismo.

Aun así, numerosas voces en círculos médicos señalan que, en varios hospitales donde atiende, incluidos el Fernández (CABA) y el Milstein (gestionado por PAMI), Payaslian recibe constantemente derivaciones de pacientes con cobertura del PAMI.

En sitios web de turnos y directorios médicos, se lo identifica como “médico de cabecera del INSSJP (PAMI)”, etiqueta que suele reservase a quienes participan de las guardias o servicios de urgencia.

Pero esa mención no implica un cargo formal ni revela si existe una red de influencias detrás de esas derivaciones. En definitiva, jamás llegó a trascender un nombramiento oficial en el organigrama del PAMI; las críticas, entonces, se basan en la "presunción" de un trato privilegiado más que en hechos comprobables.

Marcapasos: atención clínica o negocio privado encubierto

El corazón late de muchas maneras: para el paciente, un marcapasos puede ser la única salvación; para quienes negocian con estos dispositivos, puede ser una jugosa fuente de ingresos.

En ese terreno pantanoso, Payaslian es señalado por algunos como "el hombre que decide quién accede a un marcapasos en Mar del Plata", esgrimía hace pocos meses un blog local que dedicó varios párrafos a retratarlo como un profesional imbatible en el circuito público y privado. La publicación insistía en que "todo marcapaso implantado vía PAMI en la región tiene la firma de Payaslian".

El suministro de marcapasos en hospitales bonaerenses y porteños se realiza, oficialmente, a través de licitaciones y convenios de las obras sociales.

El profesional, por más prestigio que ostente, no puede "comprar" o "vender" el dispositivo: trabaja con aparatos provistos por los laboratorios adjudicados al PAMI. Aun así, el rumor persiste de que existió presión sobre otros cardiólogos para que los pacientes no derivaran a especialistas ajenos a su red, garantizando así que todos los implantes pasaran por su quirófano.

Este tipo de suspicacias no son nuevas en el ámbito del PAMI. En 2022, la Justicia procesó a un cardiólogo (no vinculado a Payaslian) por ofertar un marcapasos no utilizado en Mercado Libre luego de que se cancelara la cirugía para la que estaba destinado. El episodio dejó al descubierto la facilidad con la que este tipo de prótesis puede escapar a los controles institucionales y alimentar un mercado paralelo.

Si bien en ese caso no hubo acusaciones contra nuestro protagonista, sirvió de escenario para que algunos colegas y ex pacientes llenaran de especulaciones el aire: "Si aquel médico pudo revender un marcapasos... ¿Por qué Payaslian no podría maniobrar de manera similar pero a mayor escala y sin dejar rastros?", llegó a sostener un exempleado del Hospital Milstein, quien pidió reservar su identidad bajo promesa de anonimato.

Transparencia en entredicho: ausencia de auditorías y silencio institucional

Resulta llamativo que, en el contexto de escándalos constantes dentro del PAMI (con denuncias por compras directas millonarias y adjudicaciones de dispositivos muy por encima de su valor de mercado) nadie haya levantado la persiana sobre las prácticas concretas en los quirófanos donde Payaslian interviene.

Ni el PAMI ni el Sanatorio Solano han publicado registros de auditoría sobre cuántos marcapasos se instalaron por año, de qué marca y a qué costo. Los portales de transparencia de la obra social tampoco detallan qué profesionales fueron aprobados para implantar dispositivos en cada región.

Para algunos especialistas en políticas de salud, esta opacidad despierta dudas razonables: "Cuando un médico concentra un flujo inusual de derivaciones de una obra social como el PAMI, lo mínimo que se exige es una rendición de cuentas transparente. No está en discusión su capacidad clínica: si un paciente necesita un marcapasos, Payaslian es de los pocos con pericia para hacerlo. Pero en materia de gestión, debe dar explicaciones sobre por qué esa preeminencia, y si existe algo más que justifique su predominio".

Rumores versus hechos: ¿Hasta dónde llega la especulación?

En Mar del Plata, el rumor de un “monopolio” de marcapasos por parte de Payaslian cobró fuerza cuando algunos ex compañeros del Hospital Fernández comenzaron a compartir por WhatsApp copias de presupuestos destinados al PAMI.

En esos documentos, figuraban precios de marcapasos muy superiores a los valores de lista, supuestamente "negociados" por el sector donde Payaslian trabajaba. Nadie pudo probar que esos presupuestos respondieran a una estructura íntima del profesional: oficialmente, respondían a acuerdos directos entre la obra social y ciertos laboratorios.

Por otra parte, varios pacientes entrevistados para esta nota relataron situaciones de acceso dificultoso a dispositivos distintos de los que Payaslian recomendaba, que por cuestiones de stock sólo él prescribía o implantaba.

"Me hicieron dar vueltas por varios cardiólogos hasta que finalmente cedí y fui a verlo a él; si no, me decían que no había marcapasos de otra marca disponibles para mi obra social", cuenta un jubilado de 72 años que prefirió mantener su nombre en reserva. Historias como esta realimentan la hipótesis de un esquema de control indirecto sobre la provisión de prótesis cardíacas.

Aun con la ausencia de denuncias formales, las sospechas en torno a Miguel Payaslian (el cardiólogo que parece concentrar todos los implantes de marcapasos del PAMI en Mar del Plata y CABA) no pueden pasar inadvertidas. La simbiosis tácita entre su prestigio como profesional y la falta de transparencia institucional brinda a los rumores el envión suficiente para cobrar forma de "verdad" a medias.

A modo de resumen, estas son las principales preguntas que surgen:

  • ¿Por qué Payaslian recibe el grueso de las derivaciones de marcapasos de PAMI en varias jurisdicciones, sin que haya rendición de cuentas sobre costos y marcas?
  • ¿Existen acuerdos "no oficiales" entre el cardiólogo y ciertos laboratorios que abastecen los marcapasos al Sanatorio Solano o al Hospital Milstein, aprovechando la vía PAMI?
  • ¿Qué rol juegan las autoridades del PAMI local y las jefaturas de servicio en los hospitales para permitir esta concentración de pacientes en un solo profesional?

En un sistema de salud plagado de denuncias por sobreprecios y adjudicaciones directas, resulta imperioso que el PAMI, los entes de contralor de la provincia de Buenos Aires y la Justicia investiguen a fondo el circuito de provisión de marcapasos.

Mientras tanto, el silencio y la falta de documentación oficial alimentan la impresión (real o ficticia) de que bajo el nombre de Miguel Payaslian se teje un entramado donde el prestigio clínico sirve de telón de fondo para abultados ingresos de dispositivos que, en muchos casos, son pagados con fondos estatales destinados a los adultos mayores.

Hasta que no haya claridad sobre estos puntos, la sombra del "monopolio de marcapasos" seguirá persiguiendo al cardiólogo más destacado de su especialidad, con consecuencias que van más allá de su reputación: subyace la salud y el bolsillo de miles de afiliados al PAMI que, al fin y al cabo, confían su vida a un aparato que, en el cruce entre la medicina y el negocio, puede valer el doble de lo que debería.

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