El empresario Christian Esteban Silbergleit, de 52 años, vuelve a quedar bajo la lupa en un escenario financiero y judicial que se deteriora a medida que avanzan los meses. A los datos ya conocidos sobre su situación patrimonial y sus compromisos crediticios, ahora se suman nuevas acusaciones provenientes de una fuente que asegura haber formado parte de una de sus compañías.

Un informe de Nosis solicitado por el analista Matías Mattulich y fechado el 28 de agosto de 2025 expone una realidad patrimonial distante de la imagen de éxito que Silbergleit intenta proyectar en redes sociales y entrevistas. Allí se detalla que mantiene compromisos mensuales elevados con distintas entidades financieras y un nivel de endeudamiento superior a los 2,3 millones de pesos, con operaciones casi exclusivamente concentradas en BBVA y Mercado Libre SRL.

En junio de 2025, sus obligaciones ya superaban los 2,4 millones, con pagos mensuales que rondaban los 415 mil pesos. Aunque figura en situación 1 ante el Banco Central, el volumen y la frecuencia de sus movimientos mantienen su actividad en observación. Los registros muestran un incremento abrupto de la deuda durante el primer semestre de 2025, pasando de 1,7 millones en diciembre de 2024 a más de 5 millones en marzo, antes de una tenue estabilización. La tendencia confirma una fuerte dependencia del crédito para sostener su operatoria.

En el plano fiscal, Silbergleit continúa inscripto en IVA y Ganancias desde 1994, pero no registra empleados ni aportes como empleador durante 2025. Su red de sociedades incluye firmas como Dreamkers SA, Mills Capital Markets SA, Patagonia Partners SA, José Brea y Cía Sociedad de Bolsa SA y Defian SA, esta última fundada en 2021 junto a Juan Facundo Pirosanto, Jorge Bernardo Arias y Gustavo Martín Ghioldi. Sin embargo, varias de estas empresas no evidencian actividad reciente ante la autoridad tributaria.

En materia marcaria, mantiene inscripciones en el INPI de nombres como Beer Coin, Buenos Ayres Storage y Guapa, aunque algunas se encuentran abandonadas o sin utilización comercial efectiva.

A estas irregularidades se suma un nuevo testimonio reservado de una ex integrante de una de sus compañías, quien asegura atravesar graves dificultades económicas para sostener los honorarios de su abogada penal. Según su relato, tanto ella como una ex vicepresidenta de la misma firma buscan despegarse de problemas legales que atribuyen directamente a Silbergleit.

La denunciante afirma que el empresario presidió Mobile Collections SA desde mayo de 2025 hasta su cierre en agosto del mismo año, período en el que (según sostiene) habría vaciado la empresa. También señala que la vicepresidente permaneció en funciones entre junio y agosto de 2025, quedando igualmente expuesta a las consecuencias judiciales.

La fuente agrega un dato particularmente delicado: asegura que, según le comunicó su propia abogada penal, Silbergleit habría utilizado un automóvil perteneciente a Mobile Collections SA en la comisión de un delito con arma ocurrido durante la última semana. Este episodio, de confirmarse, podría agravar notablemente su situación judicial y profundizar la imputación de responsabilidades sobre la estructura societaria que dejó atrás.

Las acusaciones no terminan ahí. La misma informante sostiene que Silbergleit habría realizado aportes a Propuesta Republicana (PRO) y menciona conflictos con figuras del deporte. Entre ellos, afirma que el empresario habría perjudicado económicamente al ex futbolista Martín Demichelis, a su ex esposa y a su ex cuñado. También denuncia que Mobile Collections SA habría sido desfinanciada mediante un presunto desfalco que rondaría los 17 millones de dólares.

Con domicilio fiscal en Güemes 3355, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Silbergleit parece haberse alejado del brillo que exhibía en tiempos de mayor visibilidad empresarial, especialmente en Puerto Madero.

Hoy enfrenta un panorama marcado por deudas crecientes, sociedades paralizadas, señales de desgaste financiero y un cúmulo de testimonios que alimentan nuevas dudas sobre su conducta y su responsabilidad en el colapso de varias firmas.

Fuentes del sector consultadas señalan que la imagen de solvencia que lo acompañó durante años ya no resiste contraste documental y advierten que buena parte de sus proyectos empresariales solo existen en papeles o en sitios web abandonados. La aparición de nuevos testimonios y posibles hechos delictivos suman presión a un prontuario empresarial que continúa engrosándose.