En un nuevo capítulo de la rivalidad política en el ámbito digital, la diputada de La Libertad Avanza (LLA), Lilia Lemoine, se enfrentó en la red social X (anteriormente Twitter) con Walter Eiguren, presidente del Partido Moderado.

El desencuentro comenzó cuando Lemoine, conocida por sus ácidos comentarios, chicaneó a Eiguren con una supuesta confusión que involucraría al legislador Facundo Manes, generando una ola de reacciones y comentarios entre los usuarios de la plataforma.

La respuesta no se hizo esperar. Gonzalo Nahuel Castro, dirigente de Seamos Libres en Santa Fe, no solo salió en defensa de Eiguren sino que también lanzó duras críticas contra Lemoine. "Todo el día boludeando en X, ponete a presentar un sólo proyecto serio como han hecho varios pares tuyos. También me preocupa tu lesbianismo, es rara tu obsesión desmedida con la vicepresidente Victoria Villarruel. Andá a un psicólogo. Te hará bien", escribió, dando a entender que Lemoine debería enfocarse más en su labor legislativa que en los enfrentamientos en redes sociales.

Este intercambio de palabras ha reavivado las tensiones entre diferentes fuerzas políticas y ha puesto nuevamente bajo la lupa la actividad de los legisladores en plataformas digitales, donde los límites entre el debate político y el ataque personal a menudo se difuminan. La mención de la vida personal de Lemoine por parte de Castro ha generado controversia, siendo interpretada por muchos como un ataque inapropiado y potencialmente discriminatorio.

El cruce entre Lemoine y los mencionados dirigentes no es el primero ni probablemente será el último en un contexto donde las redes sociales se han transformado en un campo de batalla político. La diputada de LLA es conocida por sus posiciones polémicas y su estilo directo, lo que frecuentemente la coloca en el centro de la polémica.

Por su parte, la referencia a Victoria Villarruel, la vicepresidenta, añade un matiz adicional a la disputa, sugiriendo que hay una obsesión no solo política sino personal detrás de los comentarios de Lemoine.

Este episodio refleja una vez más cómo las redes sociales pueden intensificar las diferencias políticas, llevando a debates públicos que, si bien pueden informar sobre las posturas de los legisladores, también pueden desembocar en confrontaciones personales y comentarios que exceden el ámbito de lo profesional.