Información general | 22/03

Problemática

El OPNyA de Axel Kicillof en llamas: denuncias, corrupción bonaerense y descontento laboral sacuden al organismo

Un gran informe de Realpolitik puso sobre la mesa las malversaciones que se viven.

El Organismo Provincial de la Niñez y Adolescencia (OPNyA), bajo la gestión del gobernador bonaerense Axel Kicillof, atraviesa una crisis profunda que ha puesto en entredicho su funcionamiento. Denuncias de violaciones a los derechos humanos, acusaciones de corrupción y un creciente descontento laboral entre sus empleados han generado un escenario de caos y críticas.

Este organismo, clave para la protección de niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad, parece estar lejos de cumplir su misión, según diversas fuentes que han puesto el foco en su deterioro.

El OPNyA depende del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad, liderado por Andrés "Cuervo" Larroque, y su rol es garantizar el bienestar de los menores bajo su cuidado. Sin embargo, uno de los casos más alarmantes revelados por Realpolitik involucra a un menor que fue atacado por otros internos en un centro cerrado.

Este incidente ha desatado acusaciones de negligencia y violaciones a los derechos humanos, exponiendo serias fallas en la seguridad y la supervisión de las instituciones a cargo del organismo. Lejos de ser un hecho aislado, este episodio refleja problemas estructurales que afectan a los más vulnerables.

A las denuncias por maltrato se suman graves señalamientos de corrupción dentro del OPNyA. Figuras como Germán Urman y Claudio "El Momia" Otero han sido mencionadas en acusaciones que apuntan a irregularidades administrativas y manejos poco transparentes.

Según Realpolitik, el organismo es descrito como un ente "a la deriva" bajo la gestión de Kicillof, lo que sugiere un desgobierno que podría estar facilitando prácticas corruptas. Estas imputaciones, de ser ciertas, comprometen seriamente la credibilidad de la administración provincial en un área tan delicada como la niñez.

El descontento laboral es otro frente de tormenta para el OPNyA. Los trabajadores han expresado su rechazo a un estatuto aprobado por Kicillof y Larroque, al que consideran perjudicial para sus derechos y favorable a los intereses de la patronal. Este malestar, que ha generado tensiones internas, agrava aún más la crisis de un organismo ya debilitado por las denuncias y la corrupción. Realpolitik destaca cómo este conflicto laboral contribuye a un clima de inestabilidad y desorganización que parece no tener fin.

En conclusión, el OPNyA enfrenta una situación crítica marcada por denuncias de abusos, corrupción y un personal desmotivado. Las críticas, ampliamente documentadas por Realpolitik, pintan un cuadro desolador de un organismo que debería ser un refugio para los menores más vulnerables, pero que hoy está sumido en el caos. La expresión "en llamas", aunque figurativa, resume la gravedad de una crisis que exige respuestas urgentes y medidas concretas para recuperar su propósito y su legitimidad ante la sociedad.

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