Natalia Engler, de 22 años de edad, falleció el 20 de agosto de 2018 tras realizarse una cirugía de columna en la Clínica de Fracturas y Ortopedia de Mar del Plata, 10 días antes.

Por tanto, Julio Razona, como representante legal de la familia de la víctima informó que los médicos intervinientes fueron acusados de Homicidio Culposo y el caso se elevará a juicio oral en el próximo mes.

El caso

El 10 de agosto de 2018, a Engler se le practicó una cirugía de columna por una lesión y cuatro días después le dan el alta. El 16 de agosto, volvió a asistir a la Clínica ya que presentaba dolor e inflamación por un posible coágulo. No le recetaron medicamentos, ni quedó en observación.

El  20 de agosto, Natalia sufrió una grave descompensación por un trombo, consecuencia del coagulo que había afectado a sus pulmones, siendo trasladada de urgencia a las 6 de la mañana a la Clínica de Fracturas por su madre, un vecino y acompañados por un patrullero de la Policía. Fue rechazada en la guardia ya que "no había ningún médico en la Clínica".

De inmediato la trasladaron a la Clínica Colón, donde falleció a los pocos minutos de haber ingresado. La autopsia confirmó que murió por Tromboembolismo pulmonar. A fines de mayo se hará un juicio oral contra los médicos responsables. 

Fundamentos

En su exposición, tras el pedido de sobreseimiento de la defensa de los médicos acusados, Razona expresó formalmente que "todos los profesionales que no responden a los intereses de las partes han concluido que una paciente, como la víctima, cuando recurrió a la Clínica de Fracturas y Ortopedia de Mar del Plata, ante un gran dolor en una de sus extremidades inferiores y una notoria inflamación,  debió ser analizada, internada, observada y  medicada para no exponerla al riesgo de una trombosis".

"Esa práctica médica esencial, preventiva y recomendada ante la evidencia de esos factores, referidos por la misma paciente, así como por su señora madre, era obligatoria y al menos debió ser internada, al menos, en observación, como bien lo sostienen los médicos oficiales, mas allá de las afirmaciones en cuanto a que  tendría que haber sido derivada a la Unidad de Terapia Intensiva del nosocomio, como es habitual para garantizar la supervivencia de la joven de 22 años de edad", agregó.

Y continúa: "Un simple estudio de Dimero D indicado en el momento hubiese sido suficiente para determinar que la paciente podría sufrir un cuadro de trombosis, Ese estudio nunca fue ordenado por los acusados, pero  reconocido por una 'testigo', como necesario, así como no ordenaron su internación para su observación y menos aun en Cuidados Intensivos, como era la  ineludible obligación profesional de cualquier médico tratante".

El sobreseimiento pedido por los representantes legales de los médicos fue rechazado y sobre finales de mayo, el caso será elevado a juicio oral por homicidio culposo.