Historia | 13/06

Segunda Guerra Mundial

Lutz Schwerin von Krosigk, un arquitecto financiero en tiempos de turbulencia

Su vida y trabajo son un recordatorio de la complejidad de la gestión financiera en tiempos de crisis y de cómo la innovación puede surgir incluso en las circunstancias más difíciles.

Lutz Graf Schwerin von Krosigk es una figura histórica cuyo legado en la economía y las finanzas alemanas durante uno de los períodos más tumultuosos del Siglo XX ofrece una perspectiva interesante sobre el manejo económico en tiempos de crisis.

A pesar de la controversia que rodea su carrera política bajo el régimen nazi, su habilidad para gestionar las finanzas del país en circunstancias extremas muestra aspectos de innovación y resiliencia financiera que merecen ser reconocidos.

Un comienzo prometedor

Nacido el 22 de agosto de 1887 en Rathmannsdorf, Sajonia-Anhalt, von Krosigk provenía de una familia noble prusiana y tuvo una educación privilegiada que incluyó estudios de derecho y economía en las universidades de Halle, Lausanne y Oxford. Su formación académica lo preparó para una carrera en el servicio civil prusiano, donde rápidamente se destacó por su habilidad y conocimiento.

Asunción como ministro de Finanzas

En 1932, von Krosigk fue nombrado ministro de Finanzas por el canciller Franz von Papen. Sorprendentemente, mantuvo su puesto durante los gobiernos de Kurt von Schleicher y Adolf Hitler, convirtiéndose en uno de los pilares del gabinete del Tercer Reich.

Innovaciones en tiempos de crisis

Como ministro de Finanzas, Von Krosigk se enfrentó a la tarea monumental de reestructurar una economía devastada por la Gran Depresión y las restricciones del Tratado de Versalles. Su gestión se caracterizó por una serie de innovaciones financieras que permitieron a Alemania rearmarse y revitalizar su economía:

  • Financiamiento innovador: Von Krosigk utilizó métodos financieros poco ortodoxos, incluyendo la emisión de deuda pública y los llamados Mefo-Wechsel, unos pagarés secretos diseñados para financiar el rearme sin despertar sospechas internacionales. Estas medidas demostraron una creatividad financiera que mantuvo la economía en funcionamiento bajo presión extrema.
  • Programas de infraestructura: bajo su supervisión, se implementaron vastos programas de construcción de infraestructura, incluyendo la expansión de la red de autopistas (Autobahn), que no solo modernizaron el transporte sino que también crearon empleo y estimularon el crecimiento económico.
  • Estabilidad económica: a pesar de las enormes demandas del esfuerzo bélico, von Krosigk logró mantener una relativa estabilidad económica interna, manejando la inflación y los recursos de manera que el país pudiera sostenerse durante los años de guerra.

El Gobierno de Flensburg

Tras el suicidio de Adolf Hitler en abril de 1945, el almirante Karl Dönitz nombró a von Krosigk como ministro de Asuntos Exteriores en el efímero Gobierno de Flensburg.

Este Gobierno provisional intentó negociar con los Aliados y gestionar la rendición de Alemania de la manera más ordenada posible. Aunque este esfuerzo fue breve y terminó con la disolución del gobierno y el arresto de sus miembros, muestra la disposición de Von Krosigk para continuar sirviendo a su país en tiempos de crisis extrema.

Vida posterior y reflexiones

Después de la guerra, Von Krosigk fue juzgado en los Juicios de Núremberg y condenado a 10 años de prisión, de los cuales cumplió 6 antes de ser liberado en 1951. Durante sus años posteriores, escribió varios libros sobre economía y sus experiencias, buscando ofrecer una perspectiva sobre su trabajo y las decisiones difíciles que tomó.

Un legado complejo

Lutz Schwerin von Krosigk dejó un legado mixto. Su papel en la maquinaria del Tercer Reich es indiscutiblemente controvertido, pero su habilidad para gestionar las finanzas de un país bajo presión extrema y su innovación en tiempos de crisis ofrecen lecciones valiosas sobre la resiliencia y la gestión económica.

En tiempos modernos, su enfoque innovador hacia la política fiscal y la gestión de la deuda pública sigue siendo relevante para los economistas y los responsables de la política fiscal.

Aunque la historia de Von Krosigk está inevitablemente ligada a un período oscuro, su capacidad para navegar por los desafíos económicos de su tiempo con creatividad y eficacia no debe ser ignorada.

Su vida y trabajo son un recordatorio de la complejidad de la gestión financiera en tiempos de crisis y de cómo la innovación puede surgir incluso en las circunstancias más difíciles.

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