Por primera vez en la historia, en el Municipio de General Pueyrredón (MGP) serán 3 las fuerzas políticas que se encargarán de gestionar y llevar las riendas de la ciudad. Si bien a nivel local está el reelecto intendente Guillermo Montenegro desde Juntos por el Cambio (JxC), la provincia de Buenos Aires reeligió al gobernador Axel Kicillof de Unión por la Patria (UxP) y en Presidencia encarará el nuevo Gobierno La Libertad Avanza (LLA) con Javier Milei.

El inédito escenario además llega con un dato novedoso: los tres fueron los candidatos que más votos sumaron en General Pueyrredón en la elección definitiva. Javier Milei lo hizo en el ballotage con el 56,62 por ciento, mientras que en las generales Axel Kicillof terminó primero en las preferencias con el 36,12, mientras que Guillermo Montenegro obtuvo el 41,2.

Ahora bien, en lo que respecta a la "rosca" política directa, el intendente municipal se encargó de tender puentes con el Presidente electo mediante distintos contactos que son parte de su gestión actual. Se sabe en el radiopasillo que algunos liberales de su Gabinete hablan con la mesa chica del Hotel Libertador en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Si bien la relación es protocolar, hay un diálogo.

Montenegro también se encargó de relacionarse y fumar la "pipa de la paz" con el gobernador Kicillof, para no pisarse los talones en sus próximos pasos. Sin ir más lejos, el intendente ya prepara su traje de mandatario provincial para el 2027, y el ex ministro de Economía durante el kirchnerismo gestiona su liderazgo como "pope" peronista y aspirante presidencial.

La idea del jefe comunal de General Pueyrredón es poder transitar de manera regular su gestión y mostrarse como conductor de los trozos de JxC que quedan. Por ende, necesita que Milei no le complique la situación financieramente y, mucho menos, cruzarse mediáticamente como ya mostró La Postal de Mar del Plata tiempo atrás.

Por otra parte, lo mismo piensa Montenegro de Kicillof, aunque ellos ya hablaron medianamente y se han reunido a escondidas en las cámaras. En ese reconocido sitio gastronómico en la ciudad de La Plata, el intendente marplatense tomó un café con el gobernador bonaerense, ambos llevaron gente cercana de sus equipos. Habría pacto de no agresión. Al menos, de momento.