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Saint Thomas Golf: la denuncia por un megaproyecto que desata acusaciones de corrupción y daño ambiental en Villa Gesell
El kirchnerista Gustavo Barrera en el ojo de la tormenta.

Un concejal de La Libertad Avanza (LLA) encendió la alarma esta semana en Villa Gesell al denunciar un presunto “megaproyecto inmobiliario trucho” que, según su versión, avanza sin permisos, con obras y desmontes en un predio de 1090 hectáreas y con la supuesta complicidad del Gobierno municipal.
Luis Vivas, referente local de Las Fuerzas del Cielo (LFC) y concejal por LLA, aseguró que el emprendimiento (promocionado en Capital Federal) lleva más de un año operando en el territorio “sin nada, invirtiendo dinero, devastando árboles, médanos y abriendo calles” y que el caso está judicializado por una “recomposición ambiental”.
Según la denuncia pública de Vivas, el proyecto bautizado como Saint Thomas Golf se ofrece en preventa de lotes y se habría promocionado incluso en eventos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), lo que multiplicó las advertencias sobre “ventas truchas” y ofertas de lotes que no cumplen normativas.
Organizaciones y mensajes en redes locales denunciaron la comercialización y la preventa sin aprobaciones municipales, lo que derivó en la atención del Concejo Deliberante y en publicaciones de la oposición local.
Por su parte, desde el Ejecutivo municipal hubo medidas administrativas: la Municipalidad de Villa Gesell intimó a un loteo del norte del distrito por realizar “acciones de preventa sin autorización”, según publicaciones y comunicaciones difundidas en medios y redes locales.
Ese paso administrativo corrobora que al menos hubo intervenciones del municipio sobre actividades en el terreno, aunque la discusión pública se centra en si esas intervenciones llegaron a tiempo y si existen responsabilidades políticas o penales por posibles incumplimientos ambientales.
Los denunciantes sostienen que el impacto sobre médanos y bosques nativos es severo: relatan desmontes, apertura de calles y movimientos de suelo sin el correspondiente estudio de impacto ambiental ni autorizaciones de afectación del bosque nativo. El concejal Vivas dice haber llevado el caso a la Justicia por “desastre ambiental”; fuentes periodísticas locales señalan que ya existen presentaciones y expedientes que evalúan la situación.
En el terreno político, la denuncia pone en el centro al intendente Gustavo Barrera, a quien Vivas responsabiliza por “complicidad” con el emprendimiento. Se trata de una acusación grave que, por el momento, figura como parte de la versión aportada por el concejal y reproducida por medios locales; la causa en la Justicia y las actuaciones municipales serán las que determinen eventuales responsabilidades administrativas o penales.
La polémica alrededor de Saint Thomas Golf expone problemas clásicos en la costa atlántica: oferta inmobiliaria acelerada, presiones sobre áreas naturales y la necesidad de controles municipales y provinciales más estrictos. Mientras tanto, vecinos, ambientalistas y sectores políticos reclaman transparencia y celeridad en las respuestas administrativas y judiciales para evitar que un posible daño irreversible al ambiente quede sin reparación.
