Política | Ayer
Se mueven fichas
Santilli asume en Interior y Caputo gana influencia sin un cargo público
El asesor presidencial se sentiría más cómodo sin tener un lugar en el Gabinete.
En una jornada de reacomodamientos en la Casa Rosada, el presidente Javier Milei anunció la designación de Diego Santilli como nuevo ministro del Interior, en reemplazo de Lisandro Catalán, en una movida que busca fortalecer el vínculo del Ejecutivo con gobernadores y legisladores.
TENEMOS MINISTRO DEL INTERIOR:
— Javier Milei (@JMilei) November 2, 2025
Bienvenido Colo Santilli.
Diego será quien llevará adelante las conversaciones con gobernadores y legisladores para poder articular con el Congreso de la Nación cada uno de los consensos necesarios para las reformas que vienen de cara al futuro.… pic.twitter.com/8IHIUkVT5O
Gran reconocimiento a un tipo que apoyó desde el día uno de manera incondicional el liderazgo del Presidente @JMilei y que puso el hombro para dar vuelta una elección histórica en PBA. Felicitaciones @diegosantilli.
— Santi C. (@slcaputo) November 2, 2025
La designación de Santilli llega en medio de una reorganización más amplia del equipo de Gobierno tras las elecciones y varias renuncias que obligaron al Ejecutivo a reconfigurar sus espacios de poder.
La llegada del dirigente de Propuesta Republicana (PRO) a Interior fue comunicada por el propio Gobierno y generó reacciones inmediatas desde la oposición, que cuestionó la presencia de figuras tradicionales en puestos claves del nuevo ciclo.
Vale remarcar que su banca iría a Ana Tamagno, una artista local porteña y docente que tendría una relación amorosa bajo la alfombra con el diputado Alberto "Bertie" Benegas Lynch.
Paralelamente, el nombre de Santiago Caputo (asesor presidencial con una fuerte cercanía a Milei) vuelve a aparecer en el centro de la escena política.
En los últimos días se intensificaron las negociaciones internas para definir qué rol formal tendrá Caputo dentro del organigrama: desde un cargo con rango ministerial (un hipotético "ministerio político") hasta una posición que conserve su estatus de asesor estratégico sin cartera pública.
Por ahora no hay una decisión pública sobre su incorporación formal al Gabinete. La tensión interna que marcó estas definiciones ya dejó señales: la salida o el desplazamiento de figuras como Guillermo Francos y otras renuncias y movimientos en el equipo explican, en parte, la urgencia por cerrar un mapa de poder que evite solapamientos entre la Jefatura de Gabinete, el Ministerio del Interior y la oficina del asesor presidencial.
Varios relatos periodísticos describen a Caputo como un operador con fuerte capacidad de interlocución con gobernadores y con la oposición, lo que alimenta tanto expectativas como recelos dentro del propio oficialismo.
Fuentes cercanas al círculo presidencial señalan que Caputo podría continuar ejerciendo una influencia relevante aunque no termine ocupando un cargo de Gabinete con cadena de mando formal: mantendría facultades de coordinación política y negociación, pero desde un lugar técnico o asesor, con contratos o formatos que lo diferencien de un ministro de pleno derecho.
Esa alternativa explicaría por qué en algunos despachos se privilegia su figura como "puente" sin sumar otra cartera al Ejecutivo.
El anuncio de Santilli y la indefinición sobre el estatus de Caputo se dan además en el marco de la estrategia presidencial de abrir canales de diálogo con los gobernadores para avanzar con reformas y acuerdos presupuestarios, una hoja de ruta que obliga a Milei a combinar perfiles políticos tradicionales con su núcleo técnico-político más estrecho.
El resultado de ese equilibrio determinará si Caputo llega a ocupar una posición formal en el gabinete o si su protagonismo se mantiene desde la sombra del asesoramiento directo al Presidente.
Por ahora la confirmación que hay es la de Diego Santilli como ministro del Interior; el lugar de Santiago Caputo, en tanto, sigue siendo objeto de negociación interna.
Es una decisión política que no sólo define nombres, sino también cómo Milei piensa gestionar sus relaciones con provincias, el Congreso y los actores que deberán acompañar las reformas que propone.
