Policial y judicial | 07:00

Aún queda en el recuerdo

Uriel Cisneros: el caso que sacudió Mar del Plata y reveló una violencia sin límites

Un ritual umbanda que llegó lejos...

Hace 10 años, Mar del Plata se conmovió con el brutal asesinato de Uriel Cisneros, un niño que apenas contaba con 9 años. El 11 de septiembre de 2015, su cuerpo fue hallado en una vivienda del barrio Las Avenidas, en la calle Solís al 4700, con evidencias de torturas extremas: abuso sexual, empalamiento, mutilaciones, quemaduras con agua hirviendo y cigarrillos, y un estrangulamiento que puso fin a su vida.

El horror generó rumores sobre rituales umbanda, aunque la investigación judicial concluyó que no hubo vínculo directo entre las prácticas religiosas y el homicidio.

El origen de la tragedia se remonta a julio de 2015, cuando su madre biológica, Romina Hernández, entregó al niño a Ramona Rosa Toledo, conocida como "Mae Rosa", líder de un grupo umbanda, debido a dificultades económicas.

Posteriormente, Uriel quedó bajo el cuidado de Ivana Toledo y Diego Grollino, quienes vivían en la casa donde finalmente ocurrió el asesinato. Según los jueces, las lesiones infligidas al niño fueron producto de un "aumento gradual de la violencia" motivado por el entretenimiento de sus agresores, sin relación comprobable con rituales religiosos.

La investigación policial se inició inmediatamente tras el llamado de emergencia. La policía realizó allanamientos en la vivienda de Grollino y Toledo, y en un "templo" umbanda administrado por "Mae Rosa". Se recolectaron testimonios, evidencias forenses y objetos rituales, pero estos últimos no se vincularon al homicidio.

Ivana Toledo y Diego Grollino fueron detenidos de inmediato, seguidos por otros miembros del grupo umbanda y la madre biológica del niño. Muchos testigos se negaron a declarar por temor a "castigos divinos", pero la policía descartó la hipótesis ritual y centró la investigación en el abuso doméstico.

El juicio oral se realizó entre octubre y noviembre de 2018 ante el Tribunal Oral en lo Criminal 4 de Mar del Plata. Se unificaron 2 causas: una por el homicidio y otra por instigación relacionada con el grupo umbanda.

Diego Grollino e Ivana Toledo fueron condenados a prisión perpetua como coautores del asesinato. Romina Hernández recibió cinco años por abandono de persona seguido de muerte agravado por vínculo. En cambio, "Mae Rosa", Cristian Acha, Saverio Grollino y Lidia Maidana fueron absueltos, al no probarse su participación directa en los hechos.

Los jueces subrayaron que los rituales umbanda solo fueron episodios previos y que el homicidio ocurrió en la casa de la pareja sin conexión probada con las prácticas religiosas.

A 10 años del crimen, la cobertura mediática recuerda la tragedia con un tono de reflexión sobre la pérdida y el olvido social. Medios como La Capital, Infocielo y TN publicaron retrospectivas señalando que Uriel podría haber tenido una vida completamente distinta, incluso con presencia en redes sociales como TikTok, si hubiera sobrevivido.

En plataformas como X (antes Twitter), las menciones al caso son esporádicas y se concentran en aniversarios, sin debates activos ni teorías conspirativas.

El caso Uriel Cisneros sigue siendo un ejemplo doloroso de violencia infantil y negligencia, donde la justicia se enfocó en pruebas forenses y testimoniales, dejando en evidencia la brutalidad que puede ocultarse tras la apariencia cotidiana de la vida doméstica.

La recomendación de especialistas en OSINT es que quienes deseen profundizar consulten los expedientes judiciales del Tribunal Oral en lo Criminal 4, ya que las fuentes públicas son limitadas. Hoy, el crimen permanece cerrado, pero la memoria de Uriel Cisneros sigue vigente en Mar del Plata.

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