Otros Municipios | 16:46

Polémica reinauguración

Arrecifes vive con temor mientras Bouvier celebra actos oficiales sin difusión pública

La reapertura silenciosa de La Cumbre expuso la falta de transparencia y profundizó el enojo de la población.

La inseguridad no deja de ser eje de polémica en Arrecifes y todas las miradas apuntan al intendente Fernando Bouvier, actualmente eslabón de la alianza del PRO y La Libertad Avanza.

Bouvier es señalado como el principal responsable de la falta de órdenes para combatir la delincuencia y la improvisación en la ejecución para la seguridad ciudadana (la cual se encuentra en estado crítico).

El caso del destacamento de La Cumbre: una “reinauguración fantasma”

La reapertura del destacamento policial de La Cumbre desató indignación. Aunque el municipio lo presentó como un logro de gestión, la realidad es que los vecinos desconocían el hecho y se enteraron días después gracias a publicaciones aisladas.

La concejal Tana Di Palma (UxP) incluso debió acudir al Ministerio de Seguridad bonaerense para obtener respuestas, confirmando que el acto ya había ocurrido sin difusión pública.

Vecinos furiosos en redes: “Una burla a la gente honesta”

Las redes sociales se hicieron eco rápidamente del malestar. Pueden leerse comentarios en Facebook como:

“Inseguridad en todos lados y el intendente festeja una reinauguración que nadie sabía. ¿De qué sirve un destacamento si no hay patrulleros ni prevención? Una burla a la gente honesta que vive con miedo”.

Otra publicación viral de vecinos, compartida en distintos grupos locales, fue más dura aún:

“El intendente Bouvier se saca la foto, pero en los barrios seguimos a merced de los ladrones. Que venga de noche a caminar por La Cumbre o Fonavi sin custodia, a ver si siente lo mismo que los vecinos”.

Inseguridad sin freno

Los testimonios se repiten: robos en viviendas, arrebatos en la vía pública y falta de presencia policial en sectores aledaños al centro de la ciudad, que forman parte del corazón de Arrecifes, como el barrio Las Flores y el Obrero. Pese a los reclamos, no hay un plan integral de prevención y los anuncios oficiales se limitan a actos protocolares poco claros.

El trasfondo es evidente: una gestión desconectada de las necesidades reales, que apuesta a las apariencias pero no logra transmitir confianza ni seguridad.

La figura de Fernando Bouvier queda directamente en el centro de la crítica. Como intendente y máxima autoridad municipal, su obligación no se reduce a inaugurar o reinaugurar edificios, sino a garantizar políticas de seguridad consistentes, comunicación transparente y presencia real en los barrios.

Mientras tanto, los vecinos sienten que la ciudad está cada vez más expuesta. Y la pregunta se impone: ¿seguirá Bouvier gobernando con actos para la foto, mientras la inseguridad toma el control en la ciudad?

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