Con el fallecimiento del Papa Francisco I a los 88 años tras un ictus y un colapso cardiocirculatorio, la Santa Sede ha declarado la sede vacante y los 135 cardenales electores se preparan para un cónclave que, según las normas vigentes, podría celebrarse entre el 6 y el 11 de mayo.

En ese contexto, el perfil del cardenal conservador ghanés Peter Kodwo Appiah Turkson ha cobrado fuerza como opción de consenso.

De orígenes humildes al liderazgo global

Nacido hace 76 años en Wassaw Nsuta, un poblado rural de Ghana, Turkson ha pasado de atender a pequeñas comunidades locales a encabezar dicasterios en el corazón del Vaticano.

Su historia personal, forjada en un contexto de pobreza y fe popular, refuerza su atractivo como pontífice capaz de conectar con las periferias del mundo católico.

Experiencia pastoral y cargos vaticanos

Tras ser ordenado obispo en 1992 y arzobispo de Cape Coast en 1996, Turkson fue llamado por Benedicto XVI en 2009 para presidir primero el Pontificio Consejo “Justicia y Paz” y, más tarde, el nuevo Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral.

Este abanico de responsabilidades le ha dotado de sólidas habilidades diplomáticas y de gestión, al tiempo que demuestra su compromiso con la doctrina social de la Iglesia.

Un hito histórico para el Sur global

De ser elegido, Peter Turkson se convertiría en el primer Papa procedente de la África subsahariana en la era moderna. Su elección simbolizaría el reconocimiento definitivo de la vigorosa realidad del catolicismo en el continente africano y en el Asia-Pacífico, donde la fe crece con fuerza, en contraste con el estancamiento en Europa y América del Norte.

Conservadurismo social con sensibilidad pastoral

Aunque se le reconoce como un “cardenal conservador”, Turkson ha apostado históricamente por enfoques pragmáticos en justicia social, migraciones y medio ambiente.

Su visión combina la defensa de la doctrina moral tradicional con propuestas de inclusión efectiva de los más desfavorecidos, un equilibrio que muchos electorales consideran clave para un pontificado estable y duradero.

Perspectivas en el cónclave

En un cónclave marcado por la tensión entre progresismo y tradicionalismo, Turkson aparece como una figura capaz de tender puentes. Sus años al frente de dicasterios clave le han granjeado tanto apoyos de cardenales africanos como el respeto de prelados europeos, lo que le otorga una posición de fortaleza en las quinielas vaticanas.

De materializarse su elección, la Iglesia Católica daría un paso histórico hacia una dirección más global y conservadora, manteniendo el espíritu reformista de Francisco en lo social, pero con mayor firmeza doctrinal.