En un nuevo operativo llevado a cabo en la ciudad balnearia, la Municipalidad de General Pueyrredon clausuró un taller mecánico ubicado en Strobel al 7500 (barrio López de Gómara), constatando graves irregularidades y un flagelo mayor en curso.

El subsecretario de Inspección General, Marcelo Cardoso, informó que el lugar operaba sin certificado de habilitación, sin cumplir con las medidas mínimas de seguridad (como sistemas contra incendios y disyuntores diferenciados). El trabajo fue realizado en conjunto con la Policía Ecológica, que detectó dos motores con pedido de secuestro activo, los cuales fueron inmediatamente incautados y puestos a disposición judicial.

Este caso no es aislado. Operativos similares en Mar del Plata ya habían descubierto talleres mecánicos (como uno en Einstein al 3800 y otro en Jardín de Stella Maris) que funcionaban sin habilitación ni controles, además de contar con autopartes secuestradas.

La cadena de clausuras revela más que falta de trámites: expone un entramado ilegal en la industria mecánica local. El vínculo entre talleres clandestinos y redes delictivas (que utilizan estos locales como depósito o encubrimiento) emerge con fuerza frente a esta cada vez más habitual modalidad de intervención municipal.

Mar del Plata necesita una política de inspección activa y sostenida, respaldada por mecanismos judiciales eficaces, para desmontar este circuito informal antes de que cause más daño urbano, económico y comunitario.