En una medida que sacude al ámbito policial porteño, el Ministerio de Seguridad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) decidió desafectar de su cargo al comisario mayor Fernando Gabriel Casteluche, quien se encontraba al frente de una de las áreas operativas más relevantes de la fuerza.

La decisión fue adoptada por el ministro Horacio Giménez tras conocerse sospechas que vinculan al funcionario con presuntos cobros de coimas vinculadas al funcionamiento de "cuevas" financieras.

Según trascendió, Casteluche fue pasado a situación de adscripto, lo que implica que continuará percibiendo su salario pero sin ejercer tareas activas dentro de la estructura policial. La medida preventiva busca preservar la transparencia institucional mientras avanza la investigación judicial que lo tiene bajo la lupa.

Fuentes del Ministerio de Seguridad porteño confirmaron que, mientras dure la investigación, la conducción del área quedará en manos del comisario mayor Cristian Alberto Canals, quien ya fue designado en reemplazo de Casteluche.

La desafectación fue calificada como una "decisión administrativa preventiva" y se aclaró que, en caso de que el oficial sea sobreseído de las acusaciones, podría reincorporarse a sus funciones. Por el contrario, si la Justicia determina responsabilidades penales, la medida se convertirá en definitiva.

El caso ha generado repercusión dentro de la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde aseguran que la cartera de Seguridad busca enviar una señal clara de tolerancia cero frente a posibles hechos de corrupción.

Mientras tanto, la investigación judicial continúa su curso para determinar el alcance de las maniobras por las que se apunta a Casteluche.