En el radicalismo de Chaco se encendieron las alarmas: temen que el caos del gobierno nacional y el malestar social generen un efecto dominó que termine beneficiando al peronismo en las elecciones provinciales del 26 de octubre.

La principal preocupación está en la decisión del gobernador Leandro Zdero de atar su destino político al de Karina y Javier Milei, justo cuando el oficialismo enfrenta escándalos por las coimas y críticas por la situación de los discapacitados y el Hospital Garrahan.

La tensión aumentó cuando Zdero visitó la Residencia de Olivos y se mostró en una foto junto al presidente y su hermana, confirmando su alineamiento con el gobierno libertario.

Aunque desde Nación buscan mostrar un nuevo clima de diálogo con las provincias, hasta ahora solo lograron sumar a Zdero, Rogelio Frigerio y Alfredo Cornejo a ese esquema. En el caso del chaqueño, lo hizo en dos oportunidades consecutivas, generando ruido dentro de su propio frente.