Rocío Maydana fue pionera como conductora trans paraguaya al frente de su propio programa, Huella Guaraní, emitido durante tres temporadas por Diucko TV y el canal 22 de Santiago Cúneo. En las últimas horas, hizo una fuerte reflexión sobre la discriminación que sufren las personas migrantes y trans en el país.

“El Gobierno peronista siempre abrazó a las minorías”, afirmó, al destacar las políticas públicas que permitieron la inclusión de sectores históricamente marginados como migrantes, jubilados y personas con discapacidad. Subrayó que muchos extranjeros lograron conseguir trabajo gracias al desmantelamiento de redes de gestores que lucraban con trámites migratorios.

Rocío cuestionó los discursos que acusan a los migrantes de no querer trabajar: “Imaginá a una señora que vive en Berazategui o Monte Grande. ¿Qué más querría que tener obra social y aportes para jubilarse?”.

También repudió el prejuicio que iguala a los migrantes con la delincuencia: “Hay criminales como en todos lados, pero duele que nos señalen siempre a los latinoamericanos como los peores”.

En el tramo más personal, relató una experiencia reciente en un hospital escuela. Consultó por una intervención estética, mencionó que tiene Leucemia Mieloide Crónica, y uno de los médicos, sin motivo aparente, le preguntó si era portadora de VIH. "Me sentí incómoda. Entendí a mis amigas trans que antes decían que las trataban mal en los hospitales. No exageraban", dijo.

Rocío cerró su testimonio con un mensaje claro: “Es hora de que cambiemos la forma en que tratamos a las personas trans y migrantes. No podemos seguir permitiendo que se nos juzgue y discrimine sin razón”.