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Mucho más que un hábito cultural: qué pasa si tomamos mate cuando hace frío

Más allá de ser una bebida popular, el mate ofrece beneficios concretos para la salud en los meses fríos: aporta energía, fortalece el sistema inmune y protege el corazón.

Con la llegada del invierno, el cuerpo necesita más defensas, energía sostenida y cuidados especiales, y el mate, ya consagrado desde siempre en los hogares de millones de argentinos, ocupa un lugar esencial, por su costumbre y por sus reconocidos beneficios.

Además de ser una bebida funcional, cálida y cercana, que acompaña a los argentinos, su potente combinación de vitaminas lo convierten en una bebida clave para enfrentar los días de frío.

La Yerba mate contiene una combinación de antioxidantes como los polifenoles y el ácido clorogénico, esenciales para fortalecer el sistema inmune y combatir el envejecimiento celular. También aporta vitaminas A, C, E y del complejo B, potasio, gran fuente de ZINC y aminoácidos que benefician el funcionamiento general del organismo cuando bajan las temperaturas.

Su efecto energizante también cobra protagonismo en los meses más fríos. El mate estimula el metabolismo, favorece la quema de grasas y proporciona una energía sostenida que no requiere calorías extras.

Es una ayuda silenciosa y constante que impulsa los días en los que cuesta más arrancar o sostener el ritmo. En invierno, cuando la actividad física suele disminuir, el mate se transforma en esa fuente de energía necesaria para mantenerse activo y enfocado.

En el plano cardiovascular, un estudio publicado por el Centro Nacional de Información Biotecnológica ha demostrado que el consumo regular de yerba mate puede aumentar el colesterol HDL (el “bueno”) y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Gracias a sus antioxidantes, también colabora en evitar la acumulación de grasa en las arterias, ayudando a cuidar la salud.

“Sabemos que el mate es la bebida elegida por excelencia en el 90% de los hogares del país, en invierno viene a ofrecernos un momento cálido. El consumo del mate está más vinculado a lo emocional que nos genera tomar mate que a lo que sabemos que beneficia a nuestro cuerpo y a nuestra salud. En la época más fría del año, el mate genera un momento cálido al consumirlo y al compartirlo provocando felicidad en cada mate”, Brian Taboada, gerente de Calidad de Establecimiento Santa Ana.

CBSé, líder en la categoría de yerbas compuestas y saborizadas, desarrolló más de 19 productos yerbateros que enaltecen al mate y acompañan a los diferentes consumidores y sus hábitos de consumo. La yerbatera se destaca por ser quien innova, en una industria que tiene tantos años, creando categorías como yerbas compuestas, saborizadas, frutales, saludables y premium.

Ofreciendo así una experiencia de sabor en cada mate. Es por eso que los argentinos elegimos el mate en invierno, porque nos abriga, acompaña, nos da energía y equilibra nuestro cuerpo. Es un hábito cotidiano que, entre manos tibias y conversaciones sinceras, demuestra que las pequeñas cosas también construyen bienestar.  

“Cuando desarrollamos nuestros productos, pensamos en todo lo que representa el mate en la vida de las personas. El mate es una bebida, un abrazo compartido, una pausa que calma, un puente que une generaciones. En cada variedad que creamos, buscamos devolverle al consumidor ese momento de conexión que reúne y que tanto valoramos”, concluyeron de CBSé.

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