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¡De no creer!
¿Un gin con dulce de membrillo?
En el corazón del Valle de Uco, muy cerca de donde nuestro San Martín inició la gesta de los Andes siglos atrás, un visionario de hoy, Tato Giovanonni, presentó el gin Príncipe de los Apóstoles Dulce de Membrillo.

¿Cómo llegó el bachero de un bar de playa, que soñaba con ser cineasta, a ser uno de los mejores bartenders del mundo? Pasó mucha agua bajo el puente desde que "Tato" Giovanonni, con 18 años, dejó su trabajo en el viejo balneario Divisadero de Cariló, para transformarse en el encargado del bar Status, en su Pinamar natal.

En aquel entonces soñaba con viajar a Estados Unidos a estudiar Cine y lo hizo para lograr el título de Director de Arte Publicitario.
Pero los artistas no tienen límite y a su pasión por el dibujo y el mar le sumó la creación de tragos, que lo llevaron rápidamente a destacarse en las barras más famosas, como las del Gran Bar Danzón, Sucre y Faena Hotel. El destino lo llevó poco a poco a transformarse en el embajador de varias marcas de destilados, y a diseñar cartas de tragos para Malbec House, en Estados Unidos, la cadena Gaucho y el bar Galante del Reino Unido y La teatrería de México.
Todo confluyó al fin en su gran emprendimiento: abrió en 2012 Florería Atlántico en un sótano de la calle Arroyo, entre Retiro y Recoleta, que no tardó mucho en ser elegido como uno de los cincuenta mejores bares del mundo por la revista Drinks International. Un año después, Tato ya había debutado con su gin Príncipe de los Apóstoles, elaborado con yerba mate, pomelo rosado, eucalipto, peperina y enebro. Siguieron la tónica y la ginger ale Pulpo Blanco, el vermut Giovannoni y el Vodka Pan. Su última novedad fue el Fernet Chola.
Siempre con la impronta del mar y el sabor y con una década en el listado de The World’s 50 Best Bars con su Florería Atlántico, Tato, el argentinísimo, se instaló en una nueva aventura: Brasero, en Washington DC. Pero nunca dejó de retornar a su fuente. Sus últimas aperturas fueron Florería o Brasero Atlántico en Bahrein y ahora está en Georgetown para la próxima apertura de Brasero.
“Disfruto mucho el poder, con lo poquito que hacemos desde una barra, darle cierto momento de felicidad al otro, ayudar a que la gente se abstraiga de lo que le esté pasando y poder darle una bocanada de aire fresco frente a lo cotidiano”, dice Tato cuando uno le pregunta cómo llegó a crear sus bebidas.
La destilería en Valle de Uco, Mendoza, es “su lugar para jugar”. En Santos Espíritus, pensada para generar un impacto positivo en la comunidad y el medio ambiente, utiliza ingredientes locales y nacionales y promueve el desarrollo de la región con productos con raíces argentinas. Construida alrededor de una nave central, con un alambique de cobre de última generación que trajo especialmente desde Alemania, se destilan 3 mil litros diarios de Apóstoles a 42.
Además de Apóstoles, en Santos Espíritus se producen todas las marcas de su portfolio como Chola, un fernet dorado hecho con botánicos jujeños que es un homenaje a la Pachamama, al Sol y a la Mujer Andina, el Vermouth Giovannoni y el vodka Pan, entre otros.
“Cada uno de los botánicos utilizados en la receta original son orgánicos y plantados especialmente para nosotros por distintos productores del país. Nuestra filosofía es resaltar la identidad argentina y la tradición nacional” comenta Tato, que explica que de los seis botánicos que componen Apóstoles, cinco son de origen nacional y todos ellos provienen de productores que trabajan en forma orgánica y natural exclusivamente para sus productos, como el coriandro de Entre Ríos, el eucaliptus de Cariló, la yerba mate de Misiones, la peperina de San Rafael y otros.
“Vincular la creación artesanal de bebidas espirituosas con un paisaje singular y su entorno natural, es el objetivo de este proyecto. Santos Espíritus es más que una destilería, es una experiencia creada en un entorno natural privilegiado. Por esa razón la arquitectura de la destilería se integra armoniosamente con el paisaje, creando un espacio único para la producción y degustación del gin”.
Este 9 de julio, al Fernet Chola, su variedad de vermut, los gin Apóstoles Rosa Mosqueta, Fuerza Gaucha y Apóstoles normal, la ginebra El Profeta, el vodka Pan y las gaseosas se sumó la versión con Dulce de Membrillo, una apuesta fuerte en el abanico de sabores y colores de este creador argentino.
“Seguimos celebrando nuestras tradiciones. Al primer gin elaborado con yerba mate, se sumó un homenaje a la Patagonia Argentina con Príncipe de los Apóstoles Rosa Mosqueta. Y este 9 de julio lanzamos Príncipe de los Apóstoles Dulce de Membrillo, reforzando en una fecha patria para nuestra nación la recreación de un sabor tradicional como el dulce de membrillo, típico de los pastelitos. Pensamos que la Argentina necesitaba un gin con un sabor nuevo que la represente. Príncipe de los Apóstoles Dulce de Membrillo se fabrica en nuestra propia destilería Santos Espíritus en un lugar muy cerquita de donde el general San Martín emprendió el cruce de los Andes. Este gin se elabora con los mismos métodos, los mismos botánicos, parte de una base de destilación por maceraciones separadas de eucaliptus, peperina, pomelo rosado y coriandro, junto a las bayas de enebro. Al producto tradicional luego se lo macera con dulce de membrillo orgánico de San Rafael, de finca Paru. La labor lleva varios días para lograr sabor y color y presentar en la copa de los argentinos algo que ya estaba incorporado en su mesa. Le damos la bienvenida a este nuevo representante de la argentinidad que ya está saliendo hacia el mundo en su primer viaje al Medio Oriente y que esperemos que sea bien recibido por todos los amantes del gin”.