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Pilo Santos, el guardián de las guitarras perdidas

Plena de tranquilidad, aire puro, cantos de pájaros y un bucólico arroyo que surca las verdes llanuras.

Desde su pueblo natal en la provincia de Buenos Aires, Pilo Santos construye un camino singular como músico, luthier y gestor cultural. Entre sus múltiples proyectos, se destaca su afán de restaurar y conservar más de 150 guitarras eléctricas vintage hechas en Argentina, mientras sueña con abrir el primer museo nacional dedicado a estos emblemáticos instrumentos.

Desde el centro de la provincia de Buenos Aires, una localidad cautiva a sus visitantes no sólo por su belleza (plena de tranquilidad, aire puro, cantos de pájaros y un bucólico arroyo que surca las verdes llanuras), sino también por su rica e intensa actividad cultural y musical. Precisamente fueron estas tierras las que parieron a Pilo Santos.

Pilo es un músico multiinstrumentista, luthier, promotor cultural y activo colaborador de la movida tapalquense quien, en su permanente afán por destapar nuevas cajas de Pandora, hoy se encuentra trabajando en un nuevo proyecto que seguramente dará que hablar. 

Guitarras eléctricas, vengan a mí

El auge en redes (con su nombre y su constante actividad en el ámbito de la música) lo llevó de la mano a un lugar inesperado: el mundo de las guitarras eléctricas vintage argentinas. 

“Pocos saben que las primeras guitarras eléctricas de Latinoamérica se hicieron acá, en Argentina. Y lo que hoy hago (el rescate emotivo, la restauración, la revalorización histórica de esos ejemplares) es una actividad única en el país. No me dedico a la venta: me considero, más bien, un guardián transitorio, alguien que custodia estas piezas para que su historia no se pierda”, narra Pilo Santos, mientras despliega su colección de más de 150 guitarras únicas, rarísimas, hechas en un tiempo donde no se trabajaba en serie.

“Con el paso del tiempo, mucha gente que busca reencontrarse con aquel pasado musical me ha ido contactando. Me escriben, me comentan, me preguntan. Porque casi no hay información sobre estos instrumentos nacionales en Internet. La mayoría de ellos desaparecieron a fines de los años ’80 y comienzos de los ’90, cuando comenzaron a ingresar al país los instrumentos importados, y cerraron casi todas las fábricas locales”.

Para reconstruir esa historia, Pilo Santos comenzó a hablar con los hijos de aquellos fabricantes ya fallecidos. Con sus historias, sus fotos y sus recuerdos fue armando un verdadero relato viviente, con datos precisos y únicos. “Las guitarras que restauro son originales, aunque muchas hayan sufrido modificaciones a lo largo de los años. Mi intención es devolverles su estética de época, restaurarlas con cuidado y exponerlas, tanto en Argentina, como en Europa o Estados Unidos (allí de manera virtual)”, prosigue el multifacético Pilo.

“Hay que poner en contexto cómo se fabricaban esos instrumentos. Hoy cualquiera busca un método en Internet y se arma una guitarra en casa. Pero en esa época (y más en Argentina) los fabricantes se inspiraban en revistas extranjeras en blanco y negro. Copiaban lo que podían, con lo que tenían a mano, y aun así lograban maravillas. Eso me lo contaron los propios hijos de los luthiers”.

Próxima parada: museo de guitarras eléctricas argentinas

Señoras y señores, llegó el momento de descorrer el telón para ubicarnos frente al próximo proyecto de Pilo Santos: “Mi mayor anhelo es fundar el primer museo del país dedicado exclusivamente a guitarras eléctricas argentinas. No tengo los medios para afrontar un alquiler o montar por mi cuenta ese espacio. Pero sí tengo el deseo firme de mostrar esto al mundo, de que la gente venga a Tapalqué no sólo por las guitarras, sino por todo lo hermoso que tiene este pueblo”, detalló el músico y luthier tapalquense, y añadió que “junto con otros interesados, elevamos un proyecto a la Secretaría de Cultura con ese objetivo. Hay interés. Hay ganas de que suceda”.

De este modo, el tapalquense Pilo Santos vuelve a encender su llama interna, en la que arden su amor por la música, la eterna capacidad de asombro y la concreción de nuevos proyectos, contribuyendo así, con su granito de arena, a que en Tapalqué no sólo se respire aire puro y tranquilidad, sino también música y cultura en todas sus formas. 

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