El inquietante runrún que recorre los pasillos de La Plata cuenta que Sergio Cuello, el todopoderoso líder de Juntos en Acción (JeA) en la provincia de Buenos Aires, recibió un llamado directo de los alfiles de Diego Santilli.

¿La misión? Armar un peronismo “no kirchnerista” que le devuelva al diputado ese músculo territorial que hoy le hace falta. Pero, sorpresa: ¡Cuello le bajó el pulgar sin pensarlo dos veces!

Dicen en la interna que Santilli está al borde del despeñadero: no ha logrado cerrar trato alguno con La Libertad Avanza (LLA) y su cuadro de negociaciones parece un castillo de naipes. Para maquillar esa realidad, el ex vicejefe porteño habría recurrido a su ex armador de confianza, Sergio Cuello, para exhibir una estructura que, en los hechos, no existe. Una jugada desesperada para aparentar fortaleza donde no la hay.

El escenario se complica aún más con la figura de Felipe Solá, el ex gobernador bonaerense que suena fuerte como candidato a senador provincial por la Primera Sección Electoral. En el ring político, Santilli se vería cada vez más acorralado frente al peso de un rival con raíces firmes y un pasado de gestión. ¿Cómo enfrentar a un viejo lobo de mar como Solá sin el respaldo territorial que Cuello podría aportar?

La pregunta que circula en los cafés porteños es directa: ¿será capaz Diego Santilli de convencer nuevamente a Sergio Cuello, después del frío rechazo inicial? Algunos sostienen que el interés electoral puede más que los odios pasados, pero el tiempo corre y las urgencias aprietan.

Lo cierto es que, mientras el kirchnerismo mira con calma desde la grada, la interna “anticristi” en Buenos Aires se calienta. ¿Volverá Cuello al redil santillista o terminará por sellar alianzas alternativas? El próximo capítulo de esta telenovela política promete ser tan impredecible como explosivo.