Política | 19/04

¡Polémica!

Se filtró un raro encuentro "woke" entre la diputada Lemoine y el travesti "Traniela"

La legisladora de La Libertad Avanza (LLA) y el piloto disfrazado de mujer se tomaron un café en territorio porteño.

En la tarde del pasado martes, la diputada nacional de La Libertad Avanza (LLA), Lilia Lemoine, protagonizó un inusual cónclave con el empresario y figura de redes sociales Carlos Daniel "Traniela" Campolieto en un coqueto café de la calle Honduras, en Palermo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

El escenario, elegido con sumo cuidado para evitar la atención mediática, no impidió que su sola presencia desatara cuestionamientos sobre la alianza de conveniencia entre una legisladora vocera del presidente Javier Milei y un personaje de dudosa reputación pública.

Una agenda nebulosa

Según testigos, la reunión (que se extendió por cerca de una hora) giró en torno a “estrategias de comunicación y expansión de redes”. Sin embargo, nada de lo discutido aparece oficialmente plasmado en iniciativas o proyectos de ley presentados por Lemoine, lo que alimenta la sospecha de que el encuentro obedeció más a intereses de lobby que a verdaderas preocupaciones legislativas.

Mientras la diputada proclama a los 4 vientos su cruzada contra la “cultura woke”, su cercanía con Campolieto, quien se jacta de métodos de mercadotecnia agresiva y campañas de desinformación en redes, pone en entredicho la coherencia de su discurso.

Hipocresía anti‑woke

Lemoine no solo ha convertido su banca en tribuna para denunciar la “agenda de género” y el “adoctrinamiento ideológico” en las aulas, sino que también se presenta como paladina de la libertad de expresión.

Sin embargo, en su reciente libro de cabecera (editado por una editorial con historial de censura de opiniones críticas) y en este mismo encuentro reservadísimo, queda clara su doble moral: condena el “gran hermano intocable” de lo progresista mientras se abraza con operadores que manejan los hilos de la opinión pública bajo la lógica del clickbait y el escándalo.

El costo político de los pactos oscuros

No es menor que Campolieto, apodado “Traniela” por su supuesta afinidad con prácticas intervencionistas en foros digitales, haya buscado protección política bajo el ala del oficialismo.

Para Lemoine, la foto en un café bohemio podría interpretarse como un guiño a los jóvenes emprendedores del mundo tech; pero críticos de la oposición advierten que se trata de un movimiento calculado para blindar a Campolieto de eventuales investigaciones y, de paso, extender el alcance de LLA en nichos urbanos.

¿Reivindicación del debate o puro show mediático?

Con cada declaración contra la “cultura woke”, Lemoine busca afianzar su imagen de outsider sensato. Sin embargo, este encuentro clandestino en tierras porteñas demuestra que tras el discurso anti‑establishment puede esconderse un pragmatismo político tan cuestionable como los mismos “dogmas” que ella denuncia.

Al final, la combinación de moralismo selectivo y pactos a media luz revela más dudas que certezas sobre la verdadera independencia de la diputada y su compromiso con la transparencia.

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