
Policial y judicial | 03/06
Exclusivo
Denuncian contenido explícito en libros de la ESI en escuelas bonaerenses
El vecino Sebastián Franco, de Lanús, alzó la voz por todos los padres de la provincia de Buenos Aires.

Una nueva polémica sacude la educación en la provincia de Buenos Aires. Sebastián Franco, vecino de Lanús, ha alzado su voz contra la gestión del gobernador bonaerense Axel Kicillof por la distribución de libros de Educación Sexual Integral (ESI) en colegios públicos.

Según Franco, estos materiales contienen contenido sexual explícito e inapropiado para los estudiantes, desatando un debate que pone en jaque la implementación de la ESI en el sistema educativo bonaerense.
Franco, quien impulsa esta denuncia junto a la Fundación Morelli, no ha escatimado en críticas. En una declaración contundente, afirmó: "¿Querés saber qué está leyendo tu hijo? Buscá los libros que entrega el Estado".
Para él, los textos distribuidos en las escuelas incluyen "escenas sexuales explícitas, guías para 'exploración' corporal y confusión de identidad sin fundamentos científicos". Estas palabras han resonado entre padres y grupos conservadores que comparten su preocupación, mientras que las autoridades educativas defienden la iniciativa.
El foco de la controversia recae en títulos como "Las aventuras de la China Iron" de Gabriela Cabezón Cámara, "Si no fuera tan niña. Memorias de la violencia" de Sol Fantín y "Cometierra" de Dolores Reyes. Estos libros, parte de la colección "Identidades Bonaerenses", fueron entregados a casi 2800 escuelas secundarias de la provincia.
El director general de Educación, Alberto Sileoni, los ha respaldado, calificándolos como recursos opcionales para docentes, equiparándolos a obras de autores consagrados como Jorge Luis Borges o Silvina Ocampo. Sin embargo, Franco no comparte esta visión y va más allá: "Esto no es educación, más bien ingeniería social", sentenció, sugiriendo que detrás de la ESI se esconde una agenda ideológica que busca imponerse sobre los estudiantes y vulnerar los derechos de los padres.
La denuncia ha movilizado a sectores como "Padres Unidos" de Lanús, que han organizado charlas y eventos para rechazar lo que consideran una hipersexualización infantil y prácticas de grooming encubiertas.
Por otro lado, defensores de la ESI argumentan que estos contenidos son fundamentales para prevenir abusos y promover una educación basada en derechos y diversidad. Esta polarización refleja una grieta profunda en la sociedad bonaerense respecto al rol de la educación sexual en las aulas.
La controversia está lejos de resolverse. Mientras las posturas se endurecen, el caso pone en evidencia las tensiones entre quienes ven en la ESI una herramienta de progreso y quienes, como Franco, la perciben como una amenaza a los valores tradicionales y la autoridad parental.


