
Otros Municipios | 20:11
Servicio cuestionado
En La Plata, usuarios denuncian que APT funciona como una “mafia” que aprovecha objetos olvidados
El escándalo generó un éxodo hacia aplicaciones digitales, donde los objetos extraviados pueden recuperarse de manera segura.

Un nuevo y escandaloso episodio vuelve a poner en la mira a APT, la empresa de taxis de La Plata que acumula denuncias por robos, estafas y complicidades sospechosas. Esta vez, un taxista cordobés, que conduce un Chevrolet Corsa, taxi número 365, patente OPN 272, fue señalado por una pasajera tras quedarse con un celular que ella había olvidado en el vehículo.
Lo que comenzó como un simple descuido terminó por destapar lo que muchos describen como un oscuro entramado de mafia y negocios ilegales detrás del servicio de taxis platense.
El hecho: del olvido al robo
La víctima y su pareja descendieron del taxi en el barrio La Loma. Apenas unos metros antes de ingresar a su vivienda, la mujer advirtió que había dejado su teléfono en el asiento. Desesperada, le gritó al chofer para que se detuviera, pero el conductor aceleró y huyó a toda velocidad.
La pasajera intentó recurrir a la central de APT. Sin embargo, como ocurre en innumerables casos, la respuesta fue el silencio y la indiferencia. No le dieron el nombre del chofer ni le ofrecieron ayuda: “Si te olvidás algo en un taxi, que Dios te acompañe”. Esta es la política de la empresa, denunciada una y otra vez por usuarios que ya no soportan más.
Rastreando al ladrón
Lejos de resignarse, la mujer utilizó la ubicación de Gmail para rastrear su celular. El mapa la llevó directo a una vivienda: la casa del propio taxista. Allí fue recibida por la esposa del conductor, que reconoció que su marido “había pasado hace unos minutos, dejó algo y salió otra vez a trabajar”. El cinismo era evidente: el teléfono estaba ahí, pero el chofer pretendía hacerse el desentendido.
La mujer radicó la denuncia en la comisaría. Minutos después, efectivos policiales se presentaron en la zona y advirtieron a un vecino que, si no abrían, regresarían con una orden judicial. El taxista, acorralado, optó por llevar el celular a la central de APT, en la calle 31 entre 530 y 531.
Cuando la víctima lo retiró, comprobó lo que ya sospechaba: el chip había desaparecido. Una jugada típica del mercado negro de celulares, donde las líneas son rápidamente revendidas o utilizadas para actividades ilegales.
Una red que todos conocen
Fuentes vinculadas al mundo de las remiserías aseguraron a este medio que existe una verdadera red de delincuencia con los objetos olvidados en taxis, especialmente teléfonos. Según las versiones, algunos choferes tienen contactos con grupos dedicados a la reventa de dispositivos robados.
“Es un negocio que mueve millones y del que todos saben, pero nadie quiere hablar. Muchos choferes se hacen los distraídos, otros directamente forman parte de la red. Y APT mira para otro lado”, reveló una fuente.
Incluso, no faltan las versiones que apuntan a vínculos entre sectores del taxi y el narcotráfico, algo que varias investigaciones judiciales intentaron rastrear pero que nunca se animaron a profundizar.
Denuncia judicial y bronca en las redes
La causa fue radicada en la Fiscalía de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio número 8 del Departamento Judicial La Plata, a cargo de Martín Almirón. El hecho quedó caratulado como Robo/Hurto, bajo el expediente PP-06-00-042754-25/00.
La denuncia se viralizó rápidamente en redes sociales y despertó un aluvión de testimonios de usuarios que contaron haber vivido experiencias similares: desde billeteras hasta mochilas desaparecidas en taxis de APT. La mayoría nunca volvió a ver sus pertenencias.
“APT se lava las manos como siempre, pero ya no engañan a nadie. Están más sucios que una papa”, escribió un vecino indignado.
Uber, Cabify y Didi, cada vez más elegidos
Mientras tanto, crece la tendencia de los usuarios a elegir aplicaciones como Uber, Didi o Cabify. Allí, cualquier objeto olvidado puede rastrearse fácilmente, el chofer tiene identidad verificada y hay mecanismos claros de devolución. Con los taxis, en cambio, la inseguridad y la impunidad parecen ser la regla.
Una modalidad de robo que llegó para quedarse
El caso de la mujer de La Loma no es un hecho aislado. Por el contrario, expone una modalidad que se repite: pasajeros distraídos, objetos olvidados y choferes que en lugar de devolverlos los transforman en botín. La única diferencia esta vez fue que la víctima pudo rastrear el teléfono y presionar hasta recuperar lo que era suyo. Otros cientos no tienen la misma suerte.El negocio detrás de APT sigue oliendo mal. Lo que debería ser un servicio público de transporte hoy aparece cada vez más ligado a la delincuencia, el encubrimiento y las mafias locales. Y mientras los usuarios huyen en masa hacia las aplicaciones, los taxis de La Plata se hunden en un pantano de corrupción y robo disfrazado de servicio.
