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Para todo público

¡Roque Pérez se viste de carnaval!

Todo un pueblo participa del Carnaval Rural de este Municipio, ubicado a apenas 130 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

Música, bailes, colores, disfraces, fiesta, todos son atributos del carnaval en cualquier lugar del mundo. Pero los carnavales rurales tienen otro encanto que es la comunidad motivada para festejarlo, y la posibilidad de visitar el pueblo en su máxima expresión festiva. 

Entre el 8 y 9 de febrero, la convocatoria es en Beguerie, un pueblo rural ubicado a pocos km del centro urbano de Roque Pérez. A 25 kilómetros del centro, la Perla del Provincial como gustan llamarlo, llevará adelante dos noches de carnaval con una fiesta gastronómica alrededor de la plaza San Martín.

Sus 420 habitantes están preparados para recibir a los vistantes junto a las instituciones públicas que acompañan el festejo. Ya se está trabajando junto al Municipio en el armado de los motivos y en las características que tendrá el concurso de máscaras sueltas, entre las cuales se elegirá a los mejores quienes recibirán varios premios, otorgados por los hospedajes del pueblo, los cuales están disponibles para el público durante todo ese fin de semana.

Para mejor la propuesta gastronómica, durante el mediodía abrirán sus puertas dos locales: “HyA La Perla” y Resto Bar “La Esperanza”,  que se sumarán a otras propuestas turísticas del mágico pueblo bonaerense. Para quienes se instalen allí el fin de semana, por la trde podrán visitar natatorio municipal, ubicado cerca de la base del campamento del Ferrocarril, donde hay dos piletas rodeadas de espacios verdes.  

El sábado 15, la fiesta Carnavalera llega a otro de los parajes de los almacenes, La Paz Chica, la reconocida localidad donde año a año se festeja La Noche de los Almacenes. Frente al histórico Cine Club Colón, instituciones, municipio y almacenes tendrán la fiesta del Carnaval de la Cosecha, con la participación del carnaval jujeño, propuestas musicales y máscaras.

Roque Pérez, un pueblo para descubrir

El Municipio de Roque Pérez, a apenas 130 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), ofrece a sus visitantes gran cantidad de estas posibilidades para ir de visita cada fin de semana sus puertas. Mostrando su vida tranquila y campechana y ofreciendo sus mejores productos tiene atractivos para disfrutar todo el año, pero en verano se disfruta al máximo la vida al aire libre, combinada con una excelente oferta gastronómica sobre la base de su circuito de almacenes históricos.

En el centro de la ciudad la historia convoca hasta el Museo Casa de la Infancia del General Juan Domingo Perón. El Rancho, como lo llaman los lugareños, fue testigo del nacimiento del segundo hijo del Coronel Mario Tomás Perón y su esposa, Juana Sosa, el 7 de octubre de 1893, quien dos años después sería anotado en la ciudad de Lobos pues en su cuartel no había registro Civil. Ya en su juventud, Perón sería Presidente de todos los argentinos y modificaría parte de la historia nacional.

En el Circuito La Paz Chica, a 13 km del centro, se puede visitar el Cine Club Colón, construido por Jerónimo Coltrinari por el 1933, en ladrillo a la vista asentados en cal. El edificio no sólo atrae por sus características sino por su ubicación, que lo transforma en el único cine teatro rural de la Provincia de Buenos Aires. Allí se realizaban carreras de sortijas, domas, cuatreras y también casamientos y banquetes. Muchas de esas actividades se mantienen hoy y a ellas se les suman piezas de teatro con artistas locales e invitados, proyección de cine como el Festival de Cine anual y campeonatos de truco entre otras actividades de fin de semana.

Para completar el día, caminar las calles del pueblo es volver a sentir aquellos atardeceres bucólicos de silencio donde uno escapa al sol del mediodía, visita la iglesia tan sencilla y bella, o descubre las viejas casonas de estilo recicladas.

Cada fin de semana del año hay una excusa para visitar Roque Pérez. Si uno desea quedarse a dormir es posible alojarse en sus casas de familia, cabañas o en la bella Estancia La Dulce. Visitarlo  es disfrutar de las sombras de la tupida arboleda o del perfume de los cerezos que florecen al comenzar cada primavera. Cada mediodía de fin de semana es una invitación al placer de la comida de la abuela y cada tarde es el descubrimiento de una vida campera que a los citadinos nos resulta placentero por sus colores y sus silencios.  

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